La Unión Europea anunció ayer que sancionará con aranceles antidumping de entre 6,8 y 10,6 por ciento al biodiésel proveniente de la Argentina, por considerar que causa daño a su industria, en lo que representa una escalada en el conflicto comercial con ese bloque. El anuncio, formalizado a través del Boletín Oficial de la Comisión Europea, fue rápidamente rechazado por la Cancillería nacional y por la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), que consideran que las acusaciones de la UE no están fundamentadas.
La medida sancionatoria constituye una escalada en el conflicto comercial que enfrenta a ese bloque, junto con Estados Unidos, Japón y México, entre otros, con la Argentina, desde que Buenos Aires decidió imponer barreras a las importaciones de todo origen.
Según se informó ayer, la Comisión Europea impondrá aranceles de entre 6,8 y 10,6 por ciento a las importaciones de biodiésel argentino por considerar que lo venden a precio desleal.
“La Comisión decidió hoy defender a la industria europea del biodiésel contra las prácticas comerciales injustas que realizan empresas exportadoras de la Argentina e Indonesia”, indicó en un comunicado, según la agencia AFP.
Para la UE, la Argentina e Indonesia venden el biodiésel “por debajo del precio de costo, con el fin de copar el mercado”. La Argentina es el principal exportador mundial de biodiésel y junto con Indonesia, representa el 90 por ciento de las importaciones a la UE.
En tanto, la Cancillería acusó ayer a la UE de “establecer un proteccionismo agresivo” contra la Argentina e Indonesia tras la decisión del bloque y anticipó que tomará medidas para defender las exportaciones nacionales.
“La decisión de establecer derechos antidumping provisorios contra el biodiésel argentino e indonesio representa una acción más en el escalamiento del histórico proteccionismo europeo, agravado hoy por la crisis que atraviesa la Unión Europea”, sostuvo el ministerio conducido por Héctor Timerman en un comunicado.
La cartera de Relaciones Exteriores agregó que “la medida adoptada se debe a la incapacidad de los productores europeos para competir con productores más eficientes, como es el caso de los productores argentinos e indonesios de biodiésel. Se trata de una decisión de neto corte proteccionista que carece de justificación técnica”.
En ese sentido, recordó que “en el marco de las acciones ofensivas para contrarrestar este proteccionismo europeo, la Argentina formalizó el pasado día 15 de mayo su reclamo en la OMC por las normas que restringen las exportaciones de biodiésel argentino a Bélgica, Francia, Italia y Polonia”.
Señaló también que el año pasado “España debió modificar una norma que prohibía la importación de biodiésel argentino, como consecuencia del reclamo de nuestro país en la OMC”.
“Del mismo modo que en Europa las medidas anunciadas muestran la decisión de cerrar mercados contra la competencia de productores más eficientes, nuestra respuesta en la OMC muestra la firme decisión del gobierno argentino de efectuar todas las acciones que sean necesarias, en el marco del derecho internacional, para proteger de acciones que son contrarias a la normativa vigente a la producción y la exportación de nuestro país”, amplió la Cancillería en el comunicado.
A su turno, Carbio destacó que las importaciones de biodiésel de Europa la hacen empresas que producen el combustible, por lo cual dice “no entender” las razones de la sanción. “Cerca del 100% de las importaciones fueron producidas en plantas cuyos propietarios son empresas relacionadas a dichos productores europeos”, dice la entidad. Los productores argentinos además señalan que la Comisión Europea impuso aranceles provisorios por sólo un tercio de lo que reclamaban las empresas de esa región, de modo que concluye que la sanción se basa en “cálculos artificiales”.