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Salud socioambiental en debate

Por Nicolás Maggi.- Desde el 25 de junio, y por tres días, se realizará en la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR un encuentro con participación de ambientalistas internacionales que abordarán temas como alimentación, minería, agua y hábitat.

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En un marco de creciente preocupación de la población mundial y de la región por el impacto de las diferentes ramas de la actividad económica en la salud y el medio ambiente, el 25 de junio se desarrollará en Rosario, en instalaciones de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR, el segundo Congreso Latinoamericano y primer Congreso Internacional de Salud Socioambiental.

La actividad, que se extenderá por tres días, está organizada por la cátedra que lleva el mismo nombre y el programa Ambiente Saludable de la Secretaría de Extensión de la Facultad. También colaboran dos ONG, el Centro de Protección a la Naturaleza de Santa Fe y el Foro Ecologista de Paraná. La Red Nacional de Acción Ecologista y la misma casa de estudios auspician la actividad.

Los ejes temáticos que se abordarán a lo largo del encuentro por todos los expositores, disertantes y panelistas serán los siguientes: soberanía alimentaria –aquí entran las temáticas de agrotóxicos y transgénicos–, minería, agua, matrices energéticas –represas, energía nuclear, fracking–, hábitat y hábitos urbanos –es decir, cómo la organización de las ciudades aporta al proceso salud-enfermedad–, pasteras, salud sin daños y seguridad química, y legislaciones.

Para esta edición hay importantes invitados de la comunidad científica y de investigación, como el argentino  Andrés Carrasco, quien lograra demostrar el vínculo entre la exposición a glifosato y la presencia de malformaciones; o Gilles-Eric Seralini, el genetista francés que comprobó que la alimentación con maíz transgénico en animales eleva la incidencia de cáncer.

También serán disertantes Marie Monique Robin, periodista francesa autora del libro El mundo según Monsanto; y el español Rubén Jara, que investigó la influencia de la industria farmacéutica en la formación médica para definir los planes de estudio.

Entre otros destacados conferencistas, estarán el ex ministro de Ambiente del Paraguay durante el gobierno del ex presidente Fernando Lugo, autor de la ley que intentó frenar el avance de Monsanto y la semilla transgénica; y el Fiscal General de la República del Uruguay, quien llevó adelante el proceso en contra de pasteras de celulosa de ese país.

Por otra parte, serán de la partida investigadores nacionales y de toda América latina, decanos de facultades de Medicina de Ecuador, Argentina y Uruguay, así como de Ciencias Agrarias y Bioquímicas. Participarán integrantes de movimientos sociales y organizaciones no gubernamentales relacionadas al cuidado de la vida y la naturaleza. También lo harán concejales, diputados y senadores.

Damián Verzeñassi, subsecretario Académico de la Facultad de Ciencias Médicas, y titular de la cátedra que organiza el encuentro, es a su vez responsable y coordinador de los campamentos sanitarios, una actividad que ya llevó estudiantes de medicina en el tramo final de la carrera a censar 13 pueblos de la región, para obtener datos precisos sobre los cambios en la forma en que los habitantes de poblaciones cercanas a sembradíos de soja fumigados con agroquímicos se enferman y mueren, con resultados alarmantes.

“La idea es que la gente pueda escuchar de primera mano cómo hay trabajos científicos, decisiones políticas y movimientos sociales trabajando en el tema ambiental. Vamos a estar todos juntos, investigadores, movimientos sociales, funcionarios y legisladores; trabajando, discutiendo e intercambiando saberes sobre cómo mejorar la calidad de vida de las poblaciones desde la universidad pública”, señala Verzeñassi.

“Las universidades públicas tenemos la obligación de estar codo a codo con los millones de personas que financian al Estado, para que las casas de estudios formen profesionales comprometidos con la búsqueda y generación de un conocimiento al servicio de las necesidades de la gente y no de las corporaciones o los intereses individuales”, agrega el investigador.

“El congreso es abierto a toda la comunidad, pero en esta ocasión habrá un costo de inscripción, ya que claramente no estamos financiados por ninguna empresa o industria, sino que nos autofinanciamos, y el calibre y calidad de los invitados internacionales requiere de algunos costos que hay que solventar”, explica.

“Está dirigido a trabajadores y estudiantes del campo de la salud, del derecho, el urbanismo, la agronomía y quienes se sientan convocados a sumar voluntades y saberes junto a vecinas y vecinos que viven la necesidad de seguir compartiendo, desde la diversidad, saberes que fortalezcan nuestras prácticas en la defensa de la salud y la vida en todo el planeta”, concluye el académico.