Tres personas murieron y al menos 315 resultaron heridas, algunas de gravedad, cuando un tren de la línea Sarmiento embistió ayer desde atrás a otro que se encontraba detenido a la altura de la localidad bonaerense de Castelar, partido de Morón.
El juez federal de Morón Jorge Rodríguez, a pedido del fiscal subrogante Sebastián Basso, dispuso la detención de los dos conductores y sus respectivos acompañantes bajo el cargo de “estrago doloso seguido de muerte”.
El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, dijo que se buscará determinar si el hecho fue “un accidente” o un siniestro con “uno o más responsables”, para lo cual suspendió por 24 horas el servicio de esa línea ferroviaria, que une el oeste del conurbano con la Capital Federal.
Entre los heridos había un niño de dos años al que debieron amputarle una de sus piernas.
El accidente, ocurrido un año y cuatro meses después de la tragedia de Once, se produjo a las 7.07, a la altura del paso a nivel de la calle Zapiola, de esa localidad del partido de Morón, en el oeste del conurbano.
En ese lugar, una formación antigua, que se encontraba detenida, fue embestida por detrás por otra de doble piso remodelada, cuando ambas se encontraban sobre las vías que van hacia Moreno.
La línea Sarmiento informó en un comunicado que “las dos formaciones estaban con pasajeros y en servicio hacia Moreno” cuando se produjo el trágico choque en la localidad bonaerense de Castelar, y aseguró que “el sistema de señales funcionaba correctamente al momento del accidente”.
Los vagones de los trenes que sufrieron el fuerte impacto quedaron “como acordeones” y varias personas recibieron contusiones y cortes de distinta gravedad.
Las numerosas ambulancias que llegaron al lugar procedieron a trasladar en primer lugar a los heridos más graves, mientras que los más leves eran asistidos en los alrededores.
Desde la línea Sarmiento se informó que el accidente se produjo cuando “la formación 3725 chapa 19 se encontraba detenida entre las estaciones de Morón y Castelar sentido a Moreno, cuando, por motivos que aún se desconocen, la formación 3727 chapa 1 que venía con el mismo sentido, embistió de atrás a la formación que se encontraba detenida”.
Al lugar acudieron una importante cantidad de bomberos voluntarios de la zona, paramédicos y hasta personal del servicio de emergencia Same, de la Capital Federal, que acudió en apoyo.
La mayor parte de los heridos fue llevada al Hospital Municipal de Morón, al Instituto de Agudos de Haedo y al Hospital Posadas, aunque también hubo derivaciones a dos hospitales de Merlo, a los de Moreno y General Rodríguez y al “Diego Paroissien” de La Matanza.
Al mismo tiempo, se hizo presente en el lugar el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, para coordinar acciones de emergencia, y cerca de las 10 también acudió el ministro de Salud bonaerense, Allejandro Collia, y el intendente de Morón, Lucas Ghi. Más tarde llegó al lugar el ministro Randazzo.
Hernán Nicolás López, quien viajaba como pasajero en el tren chocado, dijo que la formación “se pasó de un semáforo rojo, de señalización, y estaba yendo marcha atrás cuando se sintió el impacto”.
“La gente se me empezó a caer encima”, contó el joven, que dijo que se sentía dolorido.
El siniestro de ayer rememoró el trágico antecedente del siniestro ocurrido el 22 de febrero de 2012 en la estación del barrio porteño de Once, cuando una formación, también de la línea Sarmiento, que entonces era regenteada por la empresa TBA , chocó contra el paragolpes de contención de la terminal. Por el impacto, 53 personas murieron y otras 703 resultaron con heridas de consideración.
Después de ese accidente, que derivó en la renuncia del entonces secretario de Transporte, Juan Carlos Schiavi, se le quitó la concesión a la empresa TBA y el control derivó en el consorcio Ugoms, formado por el Estado junto con las empresas Metrovías y Ferrovías.