La importación de energía consume casi la mitad de los dólares generados por el campo mediante la exportación de cereales y oleaginosas. De representar un 6 por ciento en 2003, las proyecciones para este año arrojan que las compras externas de energía significarán el 45 por ciento de las divisas de la cosecha, según cálculos del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) .
El instituto recordó que de los últimos 11 años en tres se ha registrado un déficit comercial energético: 2010, 2011 y 2012. Las importaciones de energía pasaron de 550 millones de dólares en 2003 a 9.266 millones en 2012, veinte veces más. “Para el corriente año existe la posibilidad de que las importaciones de energía alcancen los 13.300 millones de dólares”, proyectó.
El aporte máximo del sector agrícola se hizo en 2011, con 25.000 millones de dólares liquidados. Durante 2013, la mejor cosecha permitiría llegar hasta los 29.000 millones de dólares.
El informe conjugó importaciones con exportaciones. Y concluyó que el saldo comercial fue positivo hasta el año 2010. Para 2013, el saldo negativo podría llegar a ser de 9.200 millones de dólares, cifra récord. “El sector energía pasó de ser un aportante neto de dólares a la economía a un demandante neto”, consignó el Iaraf. Y precisó que el mayor aporte de dólares lo realizó en 2006 con 6.081 millones.
La información recabada por el instituto dirigido por Nadin Argañaraz observó que entre 2003 y 2006 la energía aportó divisas equivalentes al 50 por ciento de los dólares de la cosecha. Desde 2011, el indicador se hizo negativo y los cálculos arrojan que este año podría llegar a -32 por ciento. “Esto significa que el déficit comercial energético podría insumir este año casi la tercera parte de los dólares que se generen por la liquidación de la cosecha de los cereales y oleaginosas”, agregó el Iaraf.
El documento económico concluyó que la estrecha relación con el nivel de actividad interna lleva a sostener que este problema económico “no es solucionable en el corto plazo restringiendo importaciones”. Y reclamó que aumenten las inversiones en exploración y la producción.
“Llevará algunos años, en la medida que las señales de precios relativos así lo permitan. Mientras tanto hará falta disponer de un flujo no menor de dólares para sostener la importación y consecuentemente la actividad económica”, finalizó.
