El niño correntino de dos años que fue transplantado de corazón se está recuperando y finalmente le retiraron la asistencia respiratoria mecánica (ARM) y sólo permanece con oxígeno por máscara.
Así lo confirmaron fuentes de la UCI 35 del Hospital Garrahan. Los médicos explicaron que «lo extubamos, respondió favorablemente a las maniobras de destete y lo dejamos con oxígeno por máscara», explicaron los médicos.
Por su parte, Haroldo Antonelli; padre de Renzo, confirmó al mismo diario que su hijo “ya respira por sus propios medios” y aseguró que “está con más energía y quiere ponerse a jugar”.
Dos semanas después del trasplante del niño correntino de dos años, comenzó una nueva etapa en su recuperación tras haber abandonado el ECMO, el circuito venoarterial al que permaneció conectado durante los primeros siete días.
Renzo estuvo más de 10 meses internado a la espera de un corazón y ocho de ellos permaneció a la cabeza de la lista de emergencia nacional del Incucai, conectado a un corazón artificial. Había nacido con miocardio no compactado (MNC), una enfermedad congénita que le fue diagnosticada a las 8 semanas de gestación.