El capitán, el primer oficial y cuatro tripulantes de un buque con bandera de la República de las Islas Marshall (Oceanía) fueron detenidos por la Justicia Federal cuando estaban a la altura de la localidad de Arroyo Seco, acusados de haber arrojado en alta mar a cuatro polizones de nacionalidad congoleña. Además, la Justicia provincial investiga el extraño episodio en el cual el contramaestre de esa embarcación perdió la vida cuando cayó por la borda al río Paraná, el jueves de la semana pasada, antes de entrar al puerto frente a la planta cerealera de Dreyfus, a la altura de la localidad de General Lagos.
“Estamos en plena etapa investigativa porque recién hoy (por ayer) terminamos de tomar las testimoniales al resto de la tripulación y mañana (por hoy) será el turno de las declaraciones indagatorias a los sospechosos debido a que todo se demoró por la escasez de intérpretes” explicó ayer el fiscal federal Nº 3, Mario Gambacorta. “Los acusados son cuatro hombres de nacionalidad rumana, entre ellos el capitán del barco y el primer oficial, y dos tripulantes oriundos de Filipinas. De corroborarse las denuncias que pesan sobre ellos, desde el Ministerio Público se solicitará la acusación por «cuádruple homicidio doblemente calificado»”, agregó Gambacorta.
De acuerdo con los voceros del caso, la investigación comenzó cuando el armador del buque, de nacionalidad griega (encargado de equipar, aprovisionar, dotar de tripulación y mantener en estado de navegabilidad la embarcación), presentó una nota a las autoridades de la República de las Islas Marshall, un estado insular ubicado en el Océano Pacífico en la región de Micronesia, al noreste de Australia, bandera bajo la cual circulaba el buque. La comunicación advertía a las autoridades marítimas que había un rumor entre los integrantes de la tripulación –los cuales en total sumaban 21 personas– de que el capitán y el primer oficial habían ordenado tirar por la borda en alta mar a cuatro polizones procedentes de la República del Congo.
En ese marco, las autoridades de las Islas Marshall comunicaron el incidente a la embajada en Washington, Estados Unidos, cuyos referentes pasaron el informe a la embajada argentina, que ordenó al personal de la Prefectura Naval que actúe en función del grave delito que se les imputa a estas seis personas.
El fiscal Gambarcorta explicó que el viernes 26 de julio la tripulación negó que hubiera ocurrido el incidente cuando estuvieron en rada –zona de espera para ingresar al puerto– a la altura de Arroyo Seco. Sin embargo, “la extraña caída y posterior muerte del contramaestre del buque en el río Paraná antes de atracar enfrente a la planta cerealera de Dreyfus, en General Lagos, desencadenó que parte de la tripulación comience a reconocer la veracidad de la denuncia radicada por el armador, lo que derivó en la detención de los seis hombres”, señaló una fuente relacionada al caso.
“Trabajamos a contra reloj para recolectar las pruebas porque los dueños de la empresa quieren que el buque zarpe por la pérdida de dinero que genera el buque parado. La tripulación quiere irse cuanto antes y a esto se suma que hay pocos traductores que hablen rumano o filipino para tomarles las declaraciones indagatorias a los seis sospechosos, los cuales están acusados bajo la imputación general del delito de homicidio”, contó el representante del Ministerio Público para agregar que hoy a la mañana se tomarán las indagatorias ante el magistrado Carlos Vera Barros, al frente del Juzgado Federal Nº 3.
Además, voceros del caso indicaron que la causa que investiga la muerte del contramaestre en las aguas del río Paraná quedó en la órbita de la Justicia provincial.