La presidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezará las deliberaciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, oportunidad en que la Argentina asume la presidencia pro témpore durante el período 2013-2014.
Según la agenda oficial, se espera que la mandataria participe a partir de las 9.30 (hora local, 10.30 de Argentina) de las deliberaciones que estarán enfocadas en la cooperación entre la ONU y los organismos regionales y subregionales.
Esta será la decimoquinta vez que la Argentina asume la presidencia del Consejo de Seguridad, desde el 3 de octubre de 1948.
Argentina, según se anticipó, promoverá desde el organismo «la paz y la seguridad internacionales» y, en particular, la importancia de las Operaciones de mantenimiento de la Paz, de las que el país sudamericano participa en Haití, África, Europa y Medio Oriente.
El Consejo está compuesto por 15 miembros: cinco de ellos son permanentes (Estados Unidos, Reino Unido, Rusia, China y Francia) y diez son no permanentes (Argentina, Guatemala, Togo, Marruecos, Rwanda, República de Corea, Pakistán, Azerbaiyán, Australia y Luxemburgo).
Cristina se reunió este lunes con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ante quien destacó la «eficacia» de los organismos multilaterales sudamericanos y condenó el agravio sufrido en Europa por el mandatario boliviano Evo Morales.
Un día antes de presidir un debate en el Consejo de Seguridad sobre la cooperación entre Naciones Unidas y otros organismos regionales, Cristina llevó además al encuentro con el máximo titular de la ONU su condena al espionaje internacional y el reclamo de una «regulación global en esta materia».
«Mañana (por hoy) es un día más que importante porque participa por primera vez la Celac, presidida pro-témpore por Cuba», declaró la presidenta, en diálogo con los medios, al abandonar las oficinas de Ban ki-moon en el piso 38 de la sede central de Naciones Unidas en Nueva York.
La mandataria asistió al encuentro con el titular de la ONU junto al canciller Héctor Timerman, las embajadoras argentinas ante Estados Unidos y la ONU, Cecilia Naón y Marita Perceval, respectivamente, y el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro.
En el encuentro, la mandataria también resaltó la «intervención» y «eficacia» tanto de la Celac como de la Unasur en la resolución de conflictos en la región en los últimos años.
«Venimos sosteniendo en el marco de la Asamblea General (de la ONU) la eficacia de esos organismos multilaterales para ser auténticos intermediarios en los conflictos y poder resolverlos con resultados positivos para todos», reflexionó.
En contraste, la mandataria volvió a marcar la necesidad de que se «reforme» el Consejo de Seguridad, «no con la óptica de sólo ampliar el número de miembros permanentes, sino realmente elegir un método de funcionamiento diferente».
Por otro lado, Cristina planteó ante el titular de Naciones Unidas el agravio sufrido por el presidente de Bolivia Evo Morales en su última visita a Europa, lo que definió como «una clara y flagrante violación al derecho internacional, como la Convención de Viena, la soberanía nacional, además de una afrenta personal a un jefe de Estado y a una sociedad».
En ese contexto, la mandataria instó a una «regulación global» para esas actividades de espionaje de ciertos gobiernos, no sólo «por una cuestión que tiene que ver con la paz y la seguridad de las naciones, sino también con la seguridad y privacidad de los individuos».
«Creemos que estas cuestiones tienen que debatirse con altura, sin necesidad de adjetivaciones y discursos de barricadas; los problemas están, existen y debemos abordarlos», subrayó.
Más temprano, el canciller Héctor Timerman, junto a sus pares de Brasil, Uruguay, Perú, Venezuela y Bolivia hicieron un planteo similar sobre lo ocurrido con el avión presidencial de Evo Morales en Europa.