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Diputados: el PJ, Binner, Cobos y 2005 en la mira

Sergio Massa hace números y especula con desembarco de votos desde las costas del colorado De Narváez.

De acuerdo con los resultados de las Primarias (Paso) del domingo en todo el país, la Cámara de Diputados se encamina a convertirse en un caldo de cultivo de los candidatos a presidente 2015. El desembarco de Sergio Massa, Martín Insaurralde, Hermes Binner y Julio Cobos marcará no sólo una fractura expuesta del peronismo de la provincia de Buenos Aires en el recinto sino también un reagrupamiento de fuerzas de centroizquierda no peronista del Frente Progresista que integran radicales y socialistas, por ahora, sin Elisa Carrió.

De cara a las generales del 27 de octubre, el dato que más festejó anteanoche el Frente Renovador de Massa fue el tercer puesto que obtenía el Frente Progresista Cívico y Social de Margarita Stolbizer, quien desplazaba al peronista conservador Francisco de Narváez al cuarto en la grilla de competidores para Diputados. Se ilusiona el massismo con una estampida dirigencial desde Unión Celeste y Blanca hacia el Frente Renovador, proceso que comenzó con el petrolero Alberto Roberti, su esposa Mónica López (ex compañera de fórmula de De Narváez para la gobernación). La gira mágica y misteriosa que comenzó De Narváez en 2009, a través de una alianza con Mauricio Macri y Felipe Solá, siguió su derrotero hace dos años con otro zigzag político que ubicó a este diputado-empresario en la boleta UCR que postulaba a Ricardo Alfonsín a la presidencia.

Ahora en el massismo, si bien no esperan que De Narváez deponga su candidatura, apuestan a que Hugo Moyano y el sector de Claudia Rucci se aproximen a Tigre. Tanto Luis Barrionuevo, operador sindical del FR, como Facundo Moyano podrían representar ese puente de peronistas de Unión Celeste y Blanca hacia las filas del intendente de Tigre. El voto útil contra el candidato cristinista Insaurralde ayudaría así, según sus cálculos, para que el caudal electoral de De Narváez se mude en octubre al FR.

Sin embargo, el Frente para la Victoria intentará revertir la ventaja que obtenía Massa en la provincia de Buenos Aires. Y para eso serán interrumpidas las vacaciones del Congreso. Lo adelantó, en clave, el diputado ultrakirchnerista Carlos Kunkel. “De acuerdo a los resultados, esta semana el gobierno profundizará algunas medidas”, anticipó. El presidente de la Cámara baja, Julián Domínguez, podría convocar en las próximas semanas a la comisiones de Presupuesto y Hacienda, y Finanzas, para debatir los proyectos de renta financiera y modificar la escala del impuesto a las Ganancias para subir el mínimo no imponible e inyectar así más billetes en los bolsillos de los electores-asalariados.

El precoz bloque del Frente Renovador que espera a Massa está integrado por Roberti, Graciela Camaño y Felipe Solá. Junto al equipo económico que coordinan Ricardo Delgado, Miguel Peirano y Martín Redrado, el massista FR presentó un proyecto para gravar la renta financiera obtenida por los plazos fijos a partir de los 250 mil pesos. El Frente para la Victoria reaccionó y ya tiene listo otro proyecto que grava la renta financiera pero a partir de los 500 mil pesos. Uno de los encargados de la redacción de esa iniciativa, el laboralista Héctor Recalde, ya se coló en la campaña y advirtió que “el massismo busca castigar el bolsillo del pequeño ahorrista”.

En Tigre también se preparaban para el intervalo entre las Paso y la elección general del 27 de octubre. Hay dos corrientes en cuanto a estrategia electoral. Un objetivo de mínima, alentado por jefes comunales del FR, apunta a sumar 7 puntos hasta octubre a partir de la presunta sangría de votos que sufrirá De Narváez. Pero tal vez el intendente de Tigre tenga un objetivo más ambicioso y logre cambiar el eje de la campaña con un eslogan que apunta a polarizar la elección con el kirchnerismo y plebiscitar a Massa como precandidato presidencial en 2015.

Massa tendrá otro desafío en el recinto. En su lista ubicó a tres candidatos PRO como Christian Gribaudo, hombre del presidente de Boca, el radical Daniel Angelici; a Soledad Martínez, del intendente de Vicente López, Jorge Macri, y a Gladys González, aporte del jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Hay un sector del FR, encabezado por Darío Giustozzi, refractario a cualquier acercamiento del poskirchnerismo con el PRO. Por ahora, y en caso de asumir, todos deberían convivir en un interbloque.

El Frente Renovador deberá negociar con otras fuerzas si aspira a ubicar a algún representante en la presidencia de Diputados que ejerce Domínguez desde 2011. Para desplazar al ex ministro de Economía, el massismo o cualquier otra formación opositora debería reunir la mitad más uno de los votos en la sesión preparatoria de diciembre para que asuman los nuevos legisladores y definir las autoridades de la Cámara. El Frente para la Victoria se mantendría, sin embargo, como la primera minoría y conservaría así la conducción, más allá de cualquier ensayo de alianzas opositor. Ni siquiera una eventual fusión de la UCR, que rondará la media centena de legisladores, con el PS de Binner y el GEN de Stolbizer alcanzarían para inquietar a Domínguez.

El desembarco de Binner y Cobos en Diputados, junto a la reelección de Carrió, será un electroshock para la centroizquierda no peronista de cara a 2015. El exitoso experimento de la primaria en la Capital podría repetirse a nivel nacional dentro de dos años para polarizar así ante Massa, Daniel Scioli o quien sea el candidato PJ más competitivo para suceder a Cristina de Kirchner.

En el Senado, el Frente para la Victoria contaba con una compacta bancada de 33 integrantes. La fuga de dos senadores misioneros redujo el poder de fuego de los legisladores a cargo de Miguel Pichetto a 31 voluntades, seis humanidades menos de las necesarias para blindar el quórum con 37 bancas ocupadas. El virtual triunfo del dúo Gabriela Michetti-Diego Santilli marcará el desembarco de los primeros senadores macristas. Daniel Filmus deberá pelear con Pino Solanas la tercera banca por la minoría. La salida del aliado K, Samuel Cabanchik, mermará el poderío del oficialismo en la Cámara alta. Y lo que más preocupaba al kirchnerismo senatorial era el incierto mapa de aliados que tendrá el FpV a partir de diciembre y que podría complicar el quórum para la Casa Rosada.