De los más de tres millones de santafesinos, 750 mil son adolescentes. Eso significa que un 25 por ciento de la población de la provincia son pibes y pibas que empiezan a descubrir –o que padecen– el mundo: los adolescentes de 2013 son los nacidos en el año 2000, cuando más del 50 por ciento de la población nacional vivía debajo de la línea de la pobreza. Fueron la infancia excluida. Frente a ello hoy, a más de una década de que quedara atrás la gran crisis que sacudió el país pero an con demasiadas cosas por remontar en comparación con mejores tiempos, la salud es una de las tantas áreas del Estado que comenzó a enfocarse en la adolescencia. Hace poco más de una semana que los profesionales de la salud de Santa Fe dieron el paso inicial: “Espacios amigables para adolescentes”, se llama la iniciativa en la que, a partir de charlas, capacitaciones, encuentros se va trazando la meta de garantizar el acceso a una calidad de vida más digna para muchos, y de la vida misma para otros muchos.
“Los adolescentes no concurren espontáneamente a los efectores de salud, no van a hacerse controles. Llegan cuando ya están los problemas. Eso dificulta el cuidado y el seguimiento, son una población difícil y vulnerable. Tenemos que salir a buscarlos, llegar a las escuelas, los clubes, los boliches”, explica Nora Redondo, directora provincial de Salud de la Niñez y Adolescencia.
Las estadísticas que acompañan la afirmación de la funcionaria: cuatrocientos adolescentes mueren por año en la provincia por causas evitables. La causa que más cantidad de vidas se llevan son los siniestros de tránsito y la violencia, tanto en casos de homicidios como de suicidios. Y los mismos motivos encabezan las internaciones registradas en esta franja etaria, sumándose para las adolescentes los abortos clandestinos como situación de riesgo de vida. Y en caso de atención médica aparecen también los embarazos llevados a término, pero dentro de las situaciones de no deseados.
Frente a ello, el desafío de la sociedad es ver a los adolescentes como lo que son: una población que necesita que se piense en ellos, con ellos y para ellos. “Hay que estar atentos a cómo se desarrollan los adolescentes en una sociedad que a veces puede generarles más dificultades que beneficios”, advirtió el ministro de Salud de la provincia, Miguel Ángel Cappiello. “Principalmente tenemos que garantizar la accesibilidad a los servicios de salud, que tengan la posibilidad de tener todas las herramientas que hacen a su desarrollo. Si no se les presta atención, aparecen las dificultades. No es casual que en este ámbito los adolescentes tengan que enfrentar adicciones, embarazos y la violencia explícita de la sociedad”, añadió.
En ese sentido, la educación en salud es el eje más importante y difícil a trabajar. “Para tomar la mejor decisión hay que tener la mejor información. Hay que dar todas las herramientas por una buena salud. No es lo mismo conocer que no conocer”, manifestó Cappiello. Y en ese sentido, para el ministro, el trabajo más fuerte se da en el campo de “lo cultural”.
“¿Por qué no se habla de sexo? Hay que educar cómo prevenir el sida, el embarazo no deseado. Yo puedo explicarlo desde el punto de vista médico, pero el cambio cultural también implica que, cuando una chica de 15 años va a la ginecóloga, no le nieguen la visita porque fue sola o le pregunten los motivos del turno. Todos tienen que hablar y colaborar. Va a llevar tiempo”, marcó el titular de la cartera sanitaria.
El cambio cultural tiene que ver con todos y todas, y los médicos no quedan exentos. Por eso las jornadas “Espacios amigables para adolescentes”, a través de las que varios especialistas en el tema se encargan de capacitar o dar herramientas a los profesionales de salud. “Tratar distintos grupos etáreos no es sencillo, hay que saber. Un médico puede resolver varios problemas, si va un adolescente con apendicitis probablemente se lo puedo resolver. Pero no todos los médicos interpretan a los adolescentes, no todas las especialidades. ¿Hasta cuándo hay que ir al pediatra, por ejemplo? Una chica de 15, 16 años. ¿Todavía va al pediatra? ¿Y si tiene que hablar de su inicio sexual? Creo que hay un camino todavía para recorrer. No está todo dicho”.
Dos ofertas para el centro de salud de Empalme
“Actos de esta naturaleza constituyen los hechos fundamentales y trascendentes porque permiten que podamos dar respuesta a las demandas de la comunidad”, celebró el ministro Miguel Cappiello, quien el viernes encabezó la apertura de sobres con las ofertas económicas para las obras de albañilería e instalaciones del centro de atención primaria de salud que estará en el barrio Empalme Graneros.
En el acto, que se realizó en el Centro Municipal de Distrito Noroeste “Olga y Leticia Cossettini”, se abrieron los sobres de la licitación a la que se presentaron dos oferentes: Área Santafesina SRL, que cotizó por 2.948.222,36 pesos; e Ingeniero Rubio Construcciones, que ofertó por 3.438.388,24 pesos.
El nuevo centro de salud, uno de los 80 que comprende el plan de obras vigente, estará ubicado en calle Olavarría, entre San José y María de los Ángeles, y para su ejecución se estableció un presupuesto oficial de 2.180.944,27 pesos.
En cuanto a su diseño, corresponde al prototipo de cuatro consultorios con sala de enfermería y contará, además, con sector público y sala de espera, salón de usos múltiples, sector de apoyo técnico –sala de máquinas, vestuario, mantenimiento– y otro de asistencia general, con oficinas, administración y farmacia.
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