La lucha de una familia solidaria que tuvo en guarda a una beba recién nacida por casi un año y medio continuó ayer en Tribunales. Griselda Orellano y Ramón Vallenari tuvieron a la niña en su hogar desde los cuatro meses, pero luego tuvieron que entregarla nuevamente porque la Justicia no la consideró apta para estar con la pequeña. Es decir que pudieron tener a la nena como familia solidaria, para lo que los consideraron en condiciones, pero no para ser sus padres. El matrimonio reclama la adopción de la menor y se movilizó ayer por la mañana en Balcarce y Montevideo. Sin embargo, el 10 de septiembre, el Tribunal Colegiado de Familia número 4, a cargo de Alicia Galletto, declaró a la niña en estado de adoptabilidad y, siguiendo el protocolo convalidó la entrega a otra pareja inscripta en el Registro Único de Aspirantes a Guardas con fines de Adopción (Ruaga).
Para llegar a esa decisión, la Justicia se apoyó en los informes técnicos emitidos por los equipos profesionales del Ruaga. De ellos se desprende que el matrimonio conformado por Orellano y Vallenari “no resulta adecuado para ejercer la guarda con miras a una futura adopción” de la nena. La Justicia destaca, por ejemplo, “la amplia diferencia en edad que separa la vida de ellos como adultos/padres y la de la niña”. Además, señala que el matrimonio presenta “escasos recursos alternativos de socialización y participación en otros espacios que eventualmente podrían significar para un hijo la posibilidad de vincularse con otros desde diferentes lugares subjetivos, como por ejemplo con pares”, entre otras cosas.
Si bien la familia solidaria presenta las condiciones materiales para alojar a un nuevo integrante en el grupo familiar y “sostiene una posición de respeto frente a la institucionalidad de este Registro y las funciones dispuestas por la ley”, la Justicia consideró que persisten en querer adoptar única y exclusivamente a la niña en cuestión.
En este sentido, Griselda Orellano indicó a El Ciudadano que el pedido de adoptar a la nena no es un capricho. “Nosotros queremos que vuelva con nosotros. Confunden sentimiento profundo con simple capricho. No es así. Hoy por hoy la prioridad es la nena, ya que la pusieron en estado de adoptabilidad”, explicó.
Además, Griselda cuestionó la decisión de elegir una nueva familia para la adopción definitiva. “La jueza Galletto decidió darle a una quinta familia la nena, cuando hace siete meses que estamos pidiendo audiencia con ella y no ha hecho lugar a nada de eso”, dijo.
“Nosotros somos los padrinos de la nena (elegidos por sus tíos) y lo más horroroso de esta situación es que desde mayo hay una denuncia por maltratos a la nena que hizo la maestra jardinera, porque la nena ha ido con hematomas en el rostro y en la ingle, con pérdida de pelo. Está todo en un informe. Fueron vulnerados sus derechos. Pedimos que se anule la resolución y pedimos por la nena. Somos sus referentes”, consideró. Ramón y Griselda se inscribieron como aspirantes a adopción hace 15 años, después de tener un hijo, que actualmente tiene 26 años. Luego, el matrimonio se ofreció como familia solidaria y en 2011 recibió la guarda transitoria de la beba de 4 meses. Cabe aclarar que la ley establece que las familias solidarias no pueden aspirar a adopción.
