Estudiantes y Gimnasia igualaron 1-1 el partido que ninguno quiere perder, un clásico que se disputó intensamente en el Estadio Ciudad de La Plata ante una multitud local, por la octava fecha del torneo Inicial.
Erik Correa abrió el marcador para Gimnasia a los 21 minutos del primer tiempo; Matías Aguirregaray igualó para Estudiantes cuando se disputaban 15.
Gimnasia terminó jugando con diez hombres, producto de la expulsión de Facundo Oreja, cuando se jugaban 13 minutos del segundo tiempo.
Pero sobre el final, a los 45, también se tuvo que ir Israel Damonte, como consecuencia de un incidente generalizado.
Fue la edición número 150 del clásico y ahora el historial está 53 a 45 para Estudiantes con 52 empates.
Estudiantes llevó la iniciativa en los primeros minutos y preocupó principalmente por izquierda, sector en que se movía Patricio Rodríguez.
Gimnasia se defendió como pudo, incluso con aspereza, lo que fue calentando el partido ya que nadie escatimó pierna fuerte.
Y cuando nada hacía preverlo, porque Estudiantes acosaba a Gimnasia, de un tiro de esquina pasado, Juan Carlos Blengio la metió adentro de cabeza, Rulli manoteó sin éxito, le quedó a Correa y estableció la ventaja con un toque.
En el segundo tiempo hubo una jugada clave, cuando por segunda vez el árbitro Saúl Laverni le cobró mano al defensor visitante Facundo Oreja y lo expulsó por doble amonestación.
Del tiro libre en la medialuna, Aguirregaray definió a la altura del centro del arco, desde una posición parecida a la de Erik Correa en el gol de Gimnasia, al recibir un centro producto del rebote que había otorgado el arquero Fernando Monetti, al desviar a su derecha el potente tiro libre.
El complemento mostró alternativas cambiantes y muchas veces se lo vio a Estudiantes salir de contragolpe, porque Gimnasia nunca se achicó, ni ante el marco adverso, ni cuando se vio en inferioridad numérica.
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