Líder y candidato. El Newell’s de Alfredo Berti dista en algunos aspectos al de su antecesor Gerardo Martino, pero mantiene una línea de juego y algunas individualidades que lo ubican con chances serias para ir en busca del bicampeonato.
Transcurridas 8 jornadas en el presente Torneo Inicial el Rojinegro encabeza la tabla con 17 puntos, seguido de cerca por San Lorenzo (16), que a esta altura asoma como el rival más firme de la Lepra, aunque tampoco habría que dejar de lado a Lanús y Boca que tienen 13, por debajo de Gimnasia, Arsenal y Argentinos con 14 unidades, pero con menos expectativas.
Comparar al Newell’s de Berti con el campeón de Martino parece injusto, pero el actual entrenador sabía al asumir que corría ese riesgo. Obviamente el Tata dejó la vara de las exigencias muy alta, con título incluido, y cualquier desliz del equipo de Berti pasará por un tribunal de juzgamiento que parece no perdonarle nada al DT.
Si Newell’s gana es porque Martino dejó el equipo armado y el mérito de Berti es mínimo; si la Lepra pierde las críticas caen sobre el técnico, sin importar si tuvo influencia o no. Inclusive con Newell’s líder, es más fácil escuchar críticas que elogios hacia el entrenador. Un riesgo que Berti conocía, aunque parezca injusto.
Berti fue inteligente en mantener la línea exitosa de Martino. Un 4-3-3 con extremos que son más volantes que delanteros y priorizar la tenencia de la pelota son un sello que impuso el Tata y el nuevo entrenador no tocó.
Obviamente el entrenador ‘escuchó’ que el plantel se sentía cómodo con este sistema y buscar un cambio hubiera sido contraproducente. Pero por razones lógicas intentó darle algo de impronta personal. En ese aspecto se puede observar algún trabajo en la pelota parada; también se nota un equipo más pragmático, que si tiene que reventar la pelota lo hace; y además cuando se pone en ventaja retrocede para cuidar el resultado, aunque en este último punto puede aparecer como argumento el cansancio de los jugadores.
Tal vez el punto que marca más diferencias entre Berti y Martino pase por la ausencia de Hernán Villalba. El Tata apostó por un cinco de manejo, que cumplía bien la tarea de relevos, pero sin tanta marca. Berti, en cambio, le dio la titularidad a Mateo, priorizando el despliegue y la entrega por encima del juego. De todas maneras que en 8 partidos Villalba sólo haya jugado 4 minutos resulta extraño y a esta altura suena más a un capricho del entrenador que a una decisión táctica razonable.
Quedarse sin Scocco era todo un dilema. Más aún al no llegar ningún atacante de características similares a Nacho. Trezeguet y Aquino no son Scocco, y además tienen un juego muy distinto al atacante del Inter. La Lepra tiene ahora dos nueves de área, pero reniega a enviar centros para abastecerlos. Así, si no sucede un partido milagroso como el de Aquino ante Boca, o si no fuera por la calidad de Trezeguet para moverse de cara al gol, podría decirse que la Lepra juega sin nueve, o como si no lo tuviera.
Pero la ausencia de Scocco se compensó con un rendimiento excelso de Maxi Rodríguez, superior incluso al del torneo pasado. El mediocampista fue decisivo en la recta final de cara al título, pero este semestre elevó su nivel. El ex Liverpool marca diferencias en un fútbol argentino de escasas figuras y hoy puede ganar por sí solo un partido, como sucedió con Racing.
Tal vez el talón de Aquiles del Newell’s versión Berti es el tema físico. La ausencia de una pretemporada se nota. El equipo ya no llega tan dominante al cierre de los partidos y varias veces se vio superado por los rivales en este aspecto, como sucedió con Estudiantes y Vélez.
Cansancio, acumulación de minutos y un promedio de edad por encima de los 30 años aparece como un coctel preocupante. Y surgen las lesiones musculares que obligan a Berti a cambiar de nombres, o a arriesgar poniendo en cancha jugadores infiltrados o desgastados.
Este aparece como un punto donde la mano del entrenador puede ser decisiva. Berti no aparece como un entrenador al que le guste cambiar mucho y deberá medir hasta donde esto resulta favorable. Hoy no le ‘sobra’ recambio, pero Cruzado, Villalba, Tonso, Muñoz, e inclusive Díaz, Ortiz, Orzán y otros juveniles pueden darle algo de aire a un equipo que por momentos luce cansado.
Newell’s tiene suficientes argumentos para aspirar a repetir el título. Un Guzmán consolidado, experiencia de sobra con Heinze y Bernardi como abanderados, y un Maxi Rodríguez intratable. Berti puede acercarse a la gloria del Tata. Sin caprichos y con inteligencia, el camino no parece tener tantas piedras.
Por: Mariano Faurlin.- Candidato, sin dudas
Newell’s tiene material para pelear nuevamente el título. Por su convicción de juego y por el peso específico de sus individualidades, sobre todo la de Maxi Rodríguez. Y también porque mientras el resto no termina de acomodarse, la Lepra aprovecha y suma. Pero no debe confiarse y sí mejorar algunos de los errores que ha evidenciado en este arranque.
La continuidad de un proceso, más allá del cambio de nombres, es la mayor ventaja que tiene Newell’s respecto a los demás competidores.
Pese a que no tiene el mismo volumen de juego del último semestre y todavía se está acomodando a jugar con un delantero de área, la Lepra es el puntero del torneo porque intenta siempre y porque mantiene una intención clara de protagonismo. El plus ahora se lo da Maxi Rodríguez, un jugador completo y con un ritmo físico y mental superior a la media del fútbol argentino. El mayor acierto de Alfredo Berti fue tocar poco y nada, y permitir que el equipo funcione en piloto automático. Pero debe estar más lúcido para interpretar los momentos del partido y hacer los cambios en consecuencia.
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