Los cancilleres de Estados Unidos e Irán, dos países enfrentados y sin relaciones diplomáticas, mantendrán su primera reunión por el programa nuclear iraní esta semana en un encuentro en la ONU destinado a ser todo un hito, anunciaron ayer autoridades. En tanto, la Asamblea General de Naciones Unidas arrancará hoy en Nueva York, como es tradición, con Brasil. La presidenta, Dilma Rousseff, propondrá la adopción de un nuevo gobierno de internet para evitar prácticas de espionaje.
Por su parte, el nuevo canciller iraní, Mohamed Jawad Zarif, y el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, se encontrarán con sus pares de Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania el jueves próximo en una reunión al margen de la Asamblea General.
La jefa de política exterior europea, Catherine Ashton, que además es la jefa negociadora de las seis potencias que discuten con Irán por su programa atómico, se reunió ayer con Zarif y dijo que veía “energía y determinación” para las conversaciones.
La elección del nuevo presidente iraní, Hasan Rohani, considerado un moderado, ha generado expectativas sobre un posible progreso en el diferendo nuclear, por el que Irán ya ha recibido tandas de sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Rohani, quien hablará hoy ante la Asamblea General, ha hecho numerosos gestos de acercamiento hacia Estados Unidos y Occidente en los últimos días, incluyendo un inusual intercambio de cartas con el presidente Barack Hussein Obama.
Pero la primera invitada al podio de la Asamblea será la presidenta de Brasil, que acaba de suspender una visita a Washington como protesta por el presunto espionaje a su correo y a la empresa Petrobrás por parte de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) norteamericana.
Rousseff quiere reducir la dependencia que el mundo tiene de las grandes empresas de internet, todas estadounidenses.