El gobierno cambió de táctica y ensayó, el lunes al mediodía, un acercamiento con la Corte Suprema de Justicia tras meses de tensión. Julio Alak mantuvo un encuentro reservado con Ricardo Lorenzetti para ultimar detalles sobre el envío al Congreso de la reforma del Código Civil y Comercial cuyo proyecto de ley contó con el guiño del presidente del máximo tribunal y de su colega Elena Highton de Nolasco. El acercamiento se produce cuando la Corte analiza el fallo decisivo por la ley de Medios que enfrenta al oficialismo con el monopolio Clarín.
El próximo gesto de buena voluntad sería en breve, con una firma de la Jefatura de Gabinete que autorice la reasignación de partidas presupuestarias que la Corte Suprema requiere para otorgar aumentos salariales. Tema sensible, pero que el lunes último no se coló en la reunión, de la que participó también el secretario de Justicia, Julián Álvarez.
“Éste es un tema que siempre le interesó a la presidenta”, escuchó Lorenzetti ese día sobre un proyecto de reforma que él mismo ya veía naufragar en los avatares de la política, exacerbados por la negativa de la Corte Suprema a aprobar la reforma judicial del gobierno.
Así, este lunes al mediodía cobró sentido esa diapositiva que mostró Cristina de Kirchner la noche del 7 de abril, cuando, en Olivos y sentada junto a Lorenzetti y Alak, mencionó la reforma del Código como uno de los elementos del plan de reforma judicial.
La reforma del Código había sido elemental para la presencia del juez en ese acto dominado por consignas de democratización de la Justicia.
Alak le expresó a Lorenzetti (quien cerró anteanoche la jornada en el recital que Charly García ofreció en el Teatro Colón) la intención de girar el proyecto al Congreso Nacional antes de fin de año, para lo cual ya desde la noche misma del lunes se tanteaba la aritmética legislativa para medir las chances de una iniciativa que llevó al titular de la Corte a un extenso road-show por facultades y colegios de abogados con el objetivo de defender el nuevo esquema.
El trámite en el recinto deberá reactivarse en la Comisión Bicameral creada especialmente para este debate.
La cumbre entre Lorenzetti y Alak llegó con tres semanas de demora, ya que, en principio, todo estaba listo para que se vieran en Villa La Angostura, en un encuentro del gremio de los jueces. Finalmente, y a último momento, ambos desistieron de aceptar la invitación.
El proyecto no goza de un apoyo pleno de los integrantes de la Corte y el encuentro de Lorenzetti con el ministro de Justicia fue entendido, en algunos despachos, como contraproducente a la imagen de imparcialidad que el tribunal debe mostrar ante un fallo tan determinante.
Las principales objeciones al nuevo Código se materializaron en 2011 en el marco del Colegio Público de Abogados de la Capital que actualmente es presidido por Jorge Rizzo, el abogado de Carlos Fayt.
Por su parte, Lorenzetti siempre se encargó de presentarlo como una iniciativa coherente con las problemáticas entre particulares propias de la actualidad, que son distintas de las presentes al momento del texto de Vélez Sarsfield.
Al mismo tiempo aparecen intrigas de todo tipo respecto de la conferencia que dará este viernes Lorenzetti en la Universidad de San Andrés para hablar de “Justicia, medios y comunicación”. Si bien el justice avisó que no hablará de la ley de Medios (su idea original es presentar el modelo de trabajo del Centro de Información Judicial), entre sus colegas persiste la idea de que sus palabras podrían encerrar una eventual recusación para que su firma no figure en dicho fallo.
Una especie de salida autoinducida ante un tema que tiene esquinas muy difíciles de limar para el ministro, que busca una resolución equilibrada en posiciones que hace rato parecen definidas. Perspectivas que asomaron en el acuerdo que los ministros mantuvieron ayer. Ninguno desea que Lorenzetti quede impedido de votar, preferencia que también se instaló, especialmente desde el lunes, en Balcarce 50.