El presidente de Kenia anunció ayer el fin del asalto contra un centro comercial de Nairobi por parte de islamistas radicales y dijo que entre los 72 muertos hay 61 civiles, aunque aclaró que aún se encuentran cuerpos atrapados bajo escombros.
En un mensaje televisado a la nación para anunciar el fin de la toma del shopping Westgate, que había comenzado el sábado pasado, el presidente Uhuru Kenyatta dijo que cinco atacantes fueron muertos y once sospechosos fueron detenidos por su presunto rol en el ataque.
“Humillamos y vencimos a nuestros atacantes”, dijo Kenyatta, aunque agregó que las “pérdidas son inmensas”. El mandatario declaró tres días de duelo nacional.
El ataque fue cometido por el grupo islamista somalí Al Shabaab en represalia por la participación de Kenia en una fuerza africana que lo combate en Somalia.
Los milicianos irrumpieron lanzando granadas y disparando con fusiles contra visitantes y empleados, y luego se atrincheraron con decenas de rehenes.
Kenyatta dijo que “hacia el final del operativo, tres pisos del shopping Westgate colapsaron y hay varios cuerpos atrapados en los escombros, incluyendo terroristas”.
“Prometo que habrá un castigo por la destrucción, las muertes, el dolor, las pérdidas y el sufrimiento sin sentido que hemos experimentado todos como una familia nacional”, prosiguió Kenyatta.
“Estos cobardes van a enfrentar a la Justicia, así como lo harán sus cómplices y patrones, donde sea que estén”, agregó.
Autoridades dijeron que entre los muertos había al menos 18 extranjeros, entre ellos seis británicos y ciudadanos de Francia, Canadá, Holanda, Australia, Perú, India, Ghana, Sudáfrica y China.
El mandatario dijo que no podía confirmar informes de que entre los atacantes había tres ciudadanos estadounidenses y uno británico, aunque dijo que se están haciendo pruebas forenses para certificar sus nacionalidades.