La organización ecologista Greenpeace informó hoy que apelará la resolución de la Corte rusa que dispuso la prisión preventiva de 21 de los 30 activistas detenidos el jueves de la semana pasada en el Artico, entre ellos los argentinos Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi, cuando protestaban contra la explotación petrolera en la zona.
La ONG repudió la decisión de la Corte de Rusia y señaló en un comunicado que «el grupo no será intimidado y sus abogados interpondrán un recurso para buscar su liberación inmediata».
En tanto, hoy y mañana se realizarán acciones de protesta y solidaridad con los activistas en varias ciudades del mundo.
En ese marco, en la ciudad de Buenos Aires esta tarde, a partir de las 19, se llevará a cabo una concentración frente a la embajada de Rusia, ubicada en Rodríguez Peña 1741.
Según Greenpeace, «cerca de 500 mil personas reclamaron por la liberación de los activistas a las embajadas rusas alrededor del mundo desde que el barco “Arctic Sunrise” fue capturado».
Los hechos ocurrieron el jueves pasado, cuando los ambientalistas viajaban en el rompehielos «Arctic Sunrise» y desde allí intentaron escalar la plataforma petrolera de Gazprom, en el mar de Pechora, para alertar sobre el peligro que la actividad implica en esa zona, rodeada de tres reservas naturales.
Al persistir en el intento, la Guardia Costera los detuvo, remolcó el buque hasta la bahía de Murmansk y los activistas quedaron a disposición de la justicia, que ayer comenzó con las audiencias y fue disponiendo dos meses de prisión preventiva a medida que declaraban, según dijeron, por «peligro de fuga».
Los 30 activistas de Greenpeace fueron trasladados hasta la corte de distrito de Lenin, en Murmansk, donde escucharon la resolución del tribunal sin los traductores adecuados.
De los 30, «22 permanecerán en custodia por dos meses mientras se lleva a cabo una investigación sobre supuestos cargos de piratería, mientras que el resto será retenido por tres días más para enfrentar una nueva audiencia», precisó la organización.
Greenpeace insistió en que «los posibles cargos de piratería son injustificados y que las autoridades rusas abordaron el buque de forma ilegal en aguas internacionales, varios expertos en la materia respaldan este punto de vista».
Martín Prieto, director ejecutivo de Greenpeace en Argentina, expresó que “ninguno de los miembros de la organización cometió el delito de piratería» e insistió en que la «acción fue en una plataforma de petróleo».
El dirigente sostuvo que «Greenpeace nunca abordó un barco, ni tuvo el propósito de robo, mucho menos existió violencia por parte de la organización”.
Entre los detenidos, de 18 nacionalidades distintas, se encuentran los argentinos Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi y el capitán estadounidense del buque insignia “Rainbow Warrior” que fue hundido por agentes del gobierno francés en 1985.
“Estas detenciones son como la industria de petróleo rusa, una reliquia de una época pasada. Los 30 están en prisión por llamar la atención sobre la imprudencia de empresas como Shell y Gazprom, señaló Kumi Naidoo, director ejecutivo de Greenpeace Internacional.
Advirtió que «el Artico se está derritiendo frente a nuestros ojos y nuestros activistas se mantienen en defensa de aquellos que quieren aprovecharse de esta crisis para perforar por más petróleo”.