Sportsmen Unidos comenzará esta noche desde las 21 a desandar su segunda temporada en el Torneo Federal, la tercera categoría del básquet argentino, que lo tuvo como sorpresivo animador de la región Norte en la pasada campaña. El Verde rosarino será local en el Alfredo Figna ante Brown de San Vicente con arbitraje de Martín Ibáñez y Norberto Raggio, mientras que el comisionado técnico será Omar González.
Será la primera fecha de la Conferencia Litoral, en la que desde esta temporada ya cruzan desde el inicio los elencos de la División Santa Fe y la de Entre Ríos. Lo único que se definirá sólo entre los equipos de cada provincia es un descenso por división.
El equipo que conduce Cristian Le Bihan perdió para esta temporada a tres valores jóvenes que proyectó en la pasada campaña, como el escolta Matías Bernardini (San Isidro, TNA), el pivot Cristian Scaramuzzino (Obras, Liga A) y el ala pivot Pablo Mécoli (Alianza Viedma, TNA).
Un punto a favor fue poder retener a Matías Stival y a Federico Dayer, dos perimetrales juveniles de gran rendimiento en los últimos años y que eran pretendidos por otras instituciones. Sportsmen quizás se ajuste más que nunca a su juego de intensidad y de presión en toda la cancha para poder disfrazar algunas carencias internas, sobre todo en defensa. Es que el mercado de pases no le pudo traer a Sportsmen ese interno determinante que fue Scaramuzzino en la pasada campaña. Es que de las caras nuevas con respecto al último Federal, se anota como símbolo y jugador de experiencia al base Diego Foradori, pero de los “grandes” que llegaron ni Gustavo Bronzino, ni Santiago Baravalle, ni Martín Fernández ni Santiago Hinchliff aparecen como jugadores determinantes bajo el aro. Salvo Bronzino, por oficio y corazón, el resto todavía no pudo mostrar demasiados recursos en la zona pintada en los amistosos, y parecen con mayor vocación de salir a lanzar (algo que también puede ser aprovechado si son efectivos). Por eso, tanto el mencionado Bronzino como el juvenil Jonathan Sacco son las cartas para jugar cerca de los cestos. Está claro que además de la personalidad y el desgaste en el mano a mano habrá que apostar a un esfuerzo extra del equipo en determinado momento.
En ofensiva, y a pesar del déficit mencionado, la efectividad mostrada desde la larga distancia puede obligar a las defensas rivales a no sobrecargarse bajo el aro, lo que puede brindarle alguna chance de espacio a Sportsmen también allí.
El juego de conjunto, la intensidad, la actitud, la determinación y las ganas de lograr algo grande llevaron a Sportsmen a romper moldes y lograr cosas impensadas en su primera temporada. El objetivo deberá ser revalidar esas premisas, contagiar a las caras nuevas, apoyarse en la guía de los grandes (Foradori, Tripelli, Ghirardi) y nutrirse de las ganas de los más jóvenes. El objetivo es mucho más difícil, pero Rosario sabe que tiene un equipo que lo representa bien. Y debe acompañarlo.