Prisión perpetua fue la condena que resonó ayer en la sala de audiencia del primer piso de los Tribunales provinciales, y desató el llanto de la familia Dupuy. Por unanimidad, los magistrados Ismael Manfrín, Luís María Caterina e Ignacio Vacca impusieron esa condena a Susana Beatriz Gualdesi, de 62 años, por el homicidio calificado por el vínculo de su esposo, Omar Dupuy, muerto a golpes de azada el 28 de febrero de 2011 mientras dormía en la vivienda que ambos compartían de la localidad de Pujato. La mujer escuchó la sentencia impuesta en silencio y no mostró reacción alguna. Una vez finalizada la lectura de la parte dispositiva, donde además el tribunal resolvió mantener el arresto domiciliario del que goza la mujer hasta tanto el fallo quede firme, sus defensores resolvieron apelar el fallo. El próximo 4 de octubre se conocerán los fundamentos de la condena.
La lectura de la parte dispositiva de la sentencia estaba prevista a las 10, aunque la acusada llegó a la sala de primer piso del edificio de Balcarce 1550 junto a su custodia unos 40 minutos después. Luego ingresaron a la sala los jueces que integran el tribunal y, en presencia de las partes y los familiares de la víctima se dio inicio a la lectura del fallo que, por unanimidad, condenó a la mujer a la pena de prisión perpetua. Además, los magistrados resolvieron mantener la prisión domiciliaria oportunamente otorgada a Gualdesi mientras la sentencia se revisa e informaron que los fundamentos del fallo se conocerán el próximo 4 de octubre.
La condena generó en la sala muestras de desahogo y llanto en varios de los familiares de Omar Dupuy, mientras que Gualdesi permaneció sentada en su silla y en silencio. Enseguida sus abogados mantuvieron una charla con la mujer en la cual la acusada decidió apelar el fallo, señaló su defensor, Rafael Tamous. El letrado sostuvo que su equipo vio otra cosa durante las audiencias del juicio y esperaban una absolución en base a las pruebas que se ventilaron en los debates. Respecto a Gualdesi, refirió que la mujer esperaba lo mismo que ellos y así volver a Pujato, por lo que ahora continuarán con el trámite en la Cámara de Apelaciones.
Por su parte Gisela, la sobrina de la víctima, y su madre, Mónica Dupuy, agradecieron la actuación del fiscal Aníbal Vescovo y del tribunal que intervino en el juicio. La joven, que presenció todas las audiencias, sostuvo que nunca tuvieron la mínima duda respecto a la culpabilidad de la imputada y dijo que temía por el resultado porque su pueblo cuenta con tres mil habitantes y no está preparado para este tipo de cosas. Sin embargo, mostró su conformidad con el fallo y opinó que se hizo Justicia.
Por su parte, el hijo de Gualdesi y de la víctima, que se encontraba sentando en el pasillo de la sala, contó que llegó tarde a la audiencia, aunque no hizo ninguna referencia al fallo que recayó sobre su madre. Una joven que lo acompañaba afirmó que el muchacho sólo quiere que salga la verdad a la luz.