Alrededor de cuatro mil títulos especializados en Derechos Humanos y Ciencias Sociales, más un importante material de archivo académico, antiguos bancos de madera y un piano del siglo XIX fueron destruidos en su totalidad durante un incendio que se presume intencional ocurrido la madrugada del viernes en el Templo de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina de San Lorenzo 2724. Los responsables del lugar, que es centenario y fue declarado Patrimonio Arquitectónico de la ciudad, suponen que el hecho se trató de un acto vandálico. También sugieren que el foco ígneo comenzó sobre el altar, luego de que se rociara con combustible una pila de libros.
De acuerdo a lo relatado por el superintendente metodista, el pastor Américo Jara, el ataque se produjo el viernes entre las 5.30 y las 6, ocasión en que los vecinos alertaron a la Policía y a los Bomberos. Sin embargo, según indicó, los damnificados directos fueron avisados recién alrededor de las 8.45, cuando el fuego ya había destruido el interior de la iglesia.
El escenario que ofrece el interior de la centenaria iglesia emplazada en la equina de San Lorenzo y Callao es devastador. “Los pisos de pinotea, parte de las paredes, los muebles, el piano y los libros se perdieron y no disponemos de dinero para dejar el edificio como estaba”, aseguró Jara. Además, consideró que aunque los agresores no hayan dejado muestras de su identidad, “el quemar libros es un ataque muy simbólico”. Así, entre un colchón de cenizas de títulos irrecuperables sólo asoman algunas hojas con sus bordes quemados, o la tapa de una vieja edición que reunió las conclusiones de un congreso ecuménico por los Derechos Humanos en El Caribe.
Si bien el lugar ya no funcionaba como templo, la comunidad metodista le cedió el espacio al Centro Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH), organismo que funcionaba en Sarmiento y Mendoza y que hacía nueve meses se había instalado en el lugar. “Allí montamos una biblioteca especializada que se perdió íntegra, era un importante espacio al que consultaban con asiduidad los estudiantes de la carrera de Trabajo Social”, lamentó su coordinador, Luis Gonzalo Vásquez.
“A la pérdida de la documentación del MEDH hay que agregarle la agresión al espacio de culto, porque se ve una semilla de intolerancia que no se lo puede achacar sólo a jóvenes vandálicos sino que es un problema social y eso es lo que nos preocupa más”, dijo por su parte el pastor Carlos Agustín Luque Ahubán, de la Confraternidad de Líderes Cristianos.
El religioso destacó que “en la ciudad, desde hace meses, se suceden pintadas agraviantes en los frentes de edificios de las comunidades católica, protestante, evangélica, judía o islámica”. Y lamentó que “su reiteración lleve a reducirlos a meros hechos de inconducta social cotidiana, y tanto los ciudadanos como los gobernantes minimicen su daño”.