Esta semana dos declaraciones me impactaron profundamente, ambas provienen desde la política. El presidente de los Estados Unidos Barak Obama dijo sentirse absolutamente impresionado por el papa argentino “Francisco” no sólo por su humildad sino y principalmente por la empatía que éste tiene con los pobres y por respaldar lo que dice con los hechos. Lo que a Obama le impresionó se denomina coherencia. La ideología de Francisco es el catolicismo y lo que hace Bergoglio es abrazar los mandamientos e intentar caminar en esta vida con ellos. La otra declaración pertenece al senador por el Frente para la Victoria Daniel Filmus quien sorprendió al encontrar una virtud ante la desocupación tanto laboral como educativa de más de un millón de jóvenes denominados ni ni. Filmus cree que es un avance que este 10 a 15% de la población juvenil se quede en su casa porque cobran un plan. Filmus no puede demostrar la coherencia ideológica que sorprende a Obama del Papa Francisco. Si Filmus es justicialista debiese creer en la inclusión y en la superación a través del trabajo y el estudio.
Una vez más los hechos de la realidad demuestran que los candidatos hacen agua a la hora de los posicionamientos ideológicos porque en realidad la mayoría son ni ni. Ni saben. Ni entienden la realidad. Ni les interesa modificarla. Ni tienen convicciones más allá de la apetencia personal de ocupar un lugar.
Días pasados en una charla interesante que mantuve con el ex ministro de Economía Lic. Miguel Peirano, actualmente integrante del grupo de asesores en economía de Sergio Massa; me decía que cree en que hoy Argentina tiene problemas innecesarios. Peirano me decía “si uno mira la lógica de la economía de los últimos dos años, las decisiones que tomó el gobierno demuestran su propia incapacidad para resolver los problemas, esto se delata al recurrir a un blanqueo de capitales para resolver el problema de competitividad; a un congelamiento de precios voluntarista sin atacar el problema inflacionario desde su estructura; o haber creado un cepo cambiario yendo a contramano de la lógica económica; todo esto demuestra que de seguir así el tránsito 2013-2015 tendrá dificultades absolutamente innecesarias”. Lo dicho por el Lic. Peirano implica que existe un camino equivocado y que se debe cambiar de dirección. Lo que debiese entender el gobierno es que en cambio de facilitarle la tarea al productor o al industrial para poder crear empleo cuyos guarismos viene bajando y mejorar la competitividad de los sectores económicos; los está complicando. Según Peirano hay que hacer tres cosas: primero dejar de cometer errores que agravan la situación generando inflación, problemas de competitividad tanto en lo agropecuario y en lo industrial, el grave problema energético dadas las restricciones, las trabas, la falta de insumos, la falta de reglas, etc. El segundo gran tema es presentar un plan explícito de aquí al 2015 con pautas macroeconómicas, cambiarias, fiscales, monetarias. Un plan que atienda la realidad de cada sector y tome las medidas en consecuencia tales como reintegros de importación, incentivos específicos de desgravación y una política de comercio exterior más efectiva. Y lo tercero y no menor, restablecer una relación con Brasil que permita tener proyectos de inversión de escala y de esta manera llegar al mundo desde otro posicionamiento. Personalmente descreo de un cambio de actitud política como el señalado. Los errores políticos siempre inexorablemente lo pagan los más desprotegidos. Aquí también asoma una enorme incoherencia entre la ideología en la que se dice creer, y los actos que la representan.
Política en Santa Fe
Tiempo atrás el gobernador Bonfatti me comentó su decisión de avanzar sobre la reforma constitucional en Santa Fe después del 27 de octubre. Habló de su exclusión a la hora de la reelección y mencionó que si Miguel Lifschitz mantenía su vocación por la gobernación, él lo iba a apoyar. En aquel momento le manifesté que a mi entender la diferencia en la calidad democrática de Mendoza y Santa Fe tenía un solo secreto: no habían reformado su constitución. Los senadores justicialistas interpretan lo que el gobernador quiere y actúan en consecuencia. Salvo alguna excepción. Es cierto que encontraron en Bonfatti una relación que nunca tuvieron con Binner. El gobernador Binner se reunión con los senadores una sola vez en cuatro años de mandato. Bonfatti les hace asados y luego los senadores se los devuelven en sus territorios. Para que la reforma constitucional se concrete se necesitan los dos tercios. En el núcleo de coincidencias básicas acordadas con los senadores hay dos peticiones de estos: el no a la unicameralidad y el sí a cuatro años para los presidentes comunales. Los diputados esperan los resultados del 27. Obeid se ha expedido en contra tal vez para no volver a cometer el error que el protagonizó al acceder a la derogación de la ley de lemas. Hasta el momento el PRO no ha sido consultado. A propósito del PRO la fugaz aparición verbal del senador Reutemann hace que este sector político sienta un terremoto en sus pies. De acuerdo al horizonte que marque Reutemann puede desaparecer de Santa Fe o tal vez gobernarla.
