Duendes no tuvo piedad de Tala, lo goleó 36 a 6 y retuvo así la corono del Torneo del Interior. Sin fisuras, jugando 80 minutos de muy buen rugby, el Verdinegro levantó por segundo año consecutivo y por cuarta vez en la historia el título de mejor equipo del interior.
La hegemonía verdinegra en el rugby argentino comenzó en 2009 y cuatro años más tarde el elenco del humilde barrio Las Delicias sigue en lo más alto. Sufrió retiros como el de Pablo Bouza, emigró Juan Imhoff, tuvo lesionados, citaciones a los seleccionados, pero el fanatismo de Duendes no conoce de impedimentos, pues siempre mira hacia delante, buscando superarse.
La final de ayer no era un partido más, ya que tuvo que enfrentar a un duro equipo como Tala, único verdugo en el torneo del equipo conducido por Gastón Conde. Además Duendes en semifinales no jugó un gran partido y se habían generado dudas que ayer fueron desterradas. Los forwards rosarinos bancaron la parada, sabiendo del poderío cordobés, pues nunca aflojaron y en el scrum, punto fuerte de Tala, fueron por más. A la buena actuación de los delanteros, los tres cuartos también estuvieron a la altura. Los backs fueron punzantes, atacaron los espacios y fueron muy inteligentes a la hora de definir. Teniendo en cuenta el duro tackle blanquinegro, todo Duendes a la hora de tacklear dejó todo y un poco más.
En medio de los festejos, Gastón Conde con una enorme sonrisa decía: “Hasta el Nacional no se me baja nadie”. En Duendes nadie se relaja, y el fanatismo que tienen sus integrantes por la ovalada es lo que hoy los pone en lo más alto del rugby argentino. Todo esto avalado por 4 títulos en el Litoral, 3 Torneos del Interior y 2 Nacional de Clubes, todo esto en los últimos cuatro años.
