No es fácil analizar o dar detalles del fenómeno Duendes. Existe un primer factor fundamental para empezar a hablar del club del humilde barrio de Las Delicias, que desde su inicio tuvo y tiene en sus integrantes un fanatismo por el rugby poco común y que en pocos clubes se repite. Desde ese sentimiento puro por la ovalada es que Duendes es lo que es.
De generación en generación el fanatismo se va transmitiendo. Un viejo zorro verdinegro una vez dijo: “Los chicos primero tienen que enamorarse del juego, de a poco inculcarles los valores de este hermoso deporte y después el amor por los colores verde y negro”. Una fórmula que se puede discutir pero que no se puede negar. Esta declaración puede ser un punto a tomar en cuenta para el análisis.
Al observar el movimiento del club, se puede apreciar que muchos ex jugadores al colgar los botines siguen ligados a las actividades de la entidad. Algunos comienzan la ‘colimba’ como entrenadores (hacer la escalera desde infantiles o juveniles y después de varios años llegan al plantel superior), otros según su profesión u oficio eligen ser dirigentes, otros mánagers o simplemente colaboran desde algún lugar que sea útil para el club. Los roles bien definidos hacen más fácil el trabajo.
Otro aspecto para tener en cuenta es la calidad de entrenadores con los que cuenta Duendes en sus divisiones formativas. Desde el rugby infantil hasta las juveniles se trabaja en forma muy ordenada y con un sólo objetivo: formar jugadores para el plantel superior pero sin olvidar la formación como personas de los chicos.
En Duendes es muy raro que una división juvenil salga campeón, ese hecho ocurre muy esporádicamente. En los últimos tiempos, el plantel superior recibió jugadores muy bien preparados, que sumados a los más grandes componen un gran grupo que en los últimos cuatro años ganó todo y para contar las derrotas no hace falta la calculadora.
Maxi Nannini, actual capitán de Duendes, a minutos de ganar el cuarto título del Interior y en pleno dialogó con El Hincha decía: “Duendes ya está planificando la pretemporada para el Nacional, así es Duendes y espero que sea así toda la vida”. En medio de la alegría los verduleros ya piensan en el próximo objetivo: el nuevo Nacional de Clubes.
Alegría incompleta
La alegría para el experimentado Pedro Escalante no pudo ser completa. El medio scrum, una de las figuras en la consagración de Duendes en la final del Torneo del Interior, sufrió una dura lesión a cinco minutos del epílogo de la definición.
Y el mismo jugador la hizo pública en su cuenta de Twitter: “Cruzado anterior y meniscos rotos, una prueba más, gracias a todos por los saludos”.
El Hincha se comunicó con el mayor de los hermanos Escalante, quien confirmó la lesión en la rodilla derecha y confió que la próxima semana se someterá a una intervención quirúrgica para reparar la lesión.
https://twitter.com/EscalantePe/status/390119249659707392
