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Procesado por crimen

Un joven de 22 años está acusado de matar a otro, a quien conocía de toda la vida, cuando ambos se encontraban intoxicados de alcohol y drogas.


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Un joven de 22 años que en abril pasado mató a su amigo cuando ambos se encontraban intoxicados de alcohol y drogas fue procesado por el Juzgado de Instrucción de la 3ª Nominación por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. El hecho tuvo lugar en una vivienda de la zona oeste de la ciudad, luego de tres días de excesos donde una aparente discusión banal desencadenó la muerte de José Luis Espíndola, quien recibió un disparo en el rostro. En su declaración, Manco –como se apoda el acusado– sostuvo que conocía a la víctima desde niño, que no recuerda haberlo matado y que aún hoy llora la muerte de su amigo.

Tres días de excesos de alcohol y drogas llevó a dos amigos a verse como extraños, y se presume que una diferencia trivial fue el desencadenante del homicidio de uno de ellos, quien terminó con un balazo en la cabeza.

El 28 de abril pasado, José y el Manco Hugo comían un asado en la casa de la madre de la víctima, ubicada en inmediaciones de Gaboto al 3400, donde según un testigo, el Manco tenía un revolver en la cintura y lo mostraba levantándose la remera. El almuerzo terminó abruptamente cuando ambos se levantaron y se fueron, refiere el fallo.

Según reconstruyó la pesquisa, los amigos se dirigieron en pésimo estado a la casa del tío de Hugo Sebastián C., donde continuaron tomando vino. Según un testimonio, ambos “estaban re chupados, no se podían mantener en pie”, hasta que en un momento se escuchó una detonación y el acusado salió corriendo y le dijo a un familiar: “No sé lo que me pasó”. El derrotero del Manco terminó en la casa de la madre de la víctima a quien le confesó: “yo le maté a José” y se volvió a esfumar, refiriere el fallo.

La víctima recibió un disparo en la parte superior del rostro a la altura de la ceja y fue llevado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, aunque no superó la lesión y murió 48 horas después. Mientras tanto, la pesquisa realizó una serie de allanamientos en busca de Hugo Sebastián C., quien estuvo prófugo algunos días hasta que finalmente se enfrentó a la Justicia.

El Manco fue imputado de homicidio. En su segunda declaración, sostuvo que no recordaba lo que pasó, que hacía tres días que estaban amanecidos tomando alcohol, cocaína y fumando marihuana y cuando volvió en sí le dijeron que había matado a su amigo al que aún hoy llora porque se conocían de chicos y nunca habían tenido problemas, sostuvo.

El informe médico refirió que Manco pudo comprender sus acciones aun cuando se encontraba en estado de embriaguez o bajo los efectos de diferentes sustancias y refirió que una de las particularidades de los homicidios en “estado de intoxicación cocaínica” es que el motivo que desencadena la agresión es por lo general banal, refiere el fallo; por lo que el juez no descartó que todo haya tenido origen en alguna observación por un atado de cigarrillos, como refirió una testigo o la decisión de llevar a dormir a su amigo.

Con estos argumentos, el juez Luis María Caterina procesó a Hugo Sebastián C. por el homicidio simple agravado por el uso de arma de José Luís Espíndola y dictó la prisión preventiva del acusado, por lo que permanecerá detenido. El fallo se encuentra apelado.

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