Según el Indec, la desocupación en el país descendió al 6,8 por ciento en el tercer trimestre de este año, con una caída del 0,8 por ciento respecto de un año atrás. En Rosario, el índice no sufrió variaciones, mientras que en el Gran Santa Fe bajó del 7,5 al 5,2 por ciento. El dato llamativo es que en Gran Resistencia (Chaco) no hay personas desempleadas, según el Indec.
En igual período de 2012, en todo el país, el desempleo se ubicó en 7,6 por ciento de la población económicamente activa, mientras que el segundo trimestre de este año llegó al 7,2 por ciento, al registrar una baja en este caso del 0,4.
En el tercer trimestre de 2013, para el total de los 31 aglomerados urbanos medidos por el Indec, la tasa de actividad fue del 46,1 por ciento, la de empleo se ubicó en el 42,9 y la de desocupación del 6,8.
En tanto, la tasa de subocupación fue del 8,7 por ciento (demandante 5,8 y no demandante 2,9) contra el 8,9 del mismo período del año pasado.
La tasa de desocupación se mantuvo por debajo del 10 por ciento por veintiocho trimestres consecutivos, precisó el organismo encargado de las estadísticas oficiales.
Según el informe, el conglomerado que mayor desocupación registró fue Mar del Plata, con el 11 por ciento seguido por Salta con el 9,3 y Gran Córdoba, con el 8,9.
Lo más significativo resultó Gran Resistencia, que no registró desempleados y en Posadas apenas llegó al 1,4 por ciento de la población económicamente activa.
De acuerdo a las estadísticas del Indec del primer semestre, Gran Resistencia tiene un índice de pobreza del 8,4 por ciento y la indigencia es de apenas el 1,4.
En la región metropolitana, el desempleo se ubicó en el 7,4 por ciento, compuesto por el 5,2 de la Ciudad de Buenos Aires y el 8,1 de los partidos del conurbano.
En Cuyo, el desempleo en el tercer trimestre del año fue del 4,8 por ciento; en el Noreste se ubicó en el 2,1 y en Noroeste trepó al 5,4.
La región patagónica registró un desempleo promedio del 5,9 por ciento, siendo los índices más elevados los de Ushuaia, con el 8 por ciento y Neuquén, con el 7 mientras que la más baja correspondió a Río Gallegos, con el 3 por ciento.
Edwin e Itzcovich, en la mira de ATE
Trabajadores del Indec agrupados en los gremios ATE y CTA salieron a exigir ayer la renuncia de la titular del organismo, Ana María Edwin, y del director técnico, Norberto Itzcovich, tras el alejamiento del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
Los gremios celebraron en un comunicado la renuncia de Moreno y aseguraron que ahora intentarán sacar del organismo a “la patota” que, según denunciaron, hizo ingresar el ex funcionario a partir de enero de 2007, cuando el organismo fue intervenido. “Los trabajadores del Indec no vamos a parar hasta sacar a la intervención y la patota del organismo: fuera la intervención, la patota y el FMI”, expresaron los trabajadores en un comunicado.
El reclamo fue distribuido por la junta interna conformada por representantes gremiales de la Asociación de Trabajadores Estatales (ATE) y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) que conduce Pablo Micheli.
Moreno había intervenido de hecho el organismo en enero de 2007 con el aval del entonces presidente Néstor Kirchner y desde entonces comenzaron las denuncias sobre despidos injustificados y manipulación de las estadísticas públicas. “Fuimos los primeros en denunciar –desde enero de 2007 –la mentira del Indec, la violencia institucional y la destrucción del sistema estadístico nacional”, dijeron los trabajadores un día después de la dimisión del polémico funcionario. Indicaron en el comunicado que la renuncia “ha sido producto, también, del descrédito popular que cargaba por esa denuncia, y no sólo por las quejas del frente empresarial”.
Dijeron que para que la renuncia del funcionario no sea “un nuevo operativo maquillaje tendiente a embellecer el nuevo IPC Nacional Urbano”, tienen que “irse todos aquellos que junto a Moreno intervinieron el Indec”. Señalaron así los trabajadores que deben irse del organismo “en primer lugar Ana Maria Edwin y Norberto Itzcovich, junto con la patota y los funcionarios cómplices que estuvieron a cargo de las direcciones en estos últimos años”. Pidieron, sin embargo, la reincorporación de los empleados “despedidos, los desplazados y presionados para que renunciaran desde enero de 2007 y terminar con las persecuciones, hostigamientos y discriminaciones salariales y contractuales”.