Carlos Varela, abogado del Pimpi, aseguró que «había estado ayer con él hasta las cuatro o cinco de la tarde y justamente habíamos estado a punto de hacer una presentación judicial porque me contaba que había autos que lo seguían, que pasaban por la casa y quedamos en que la ibamos a presentarla hoy. No sabía quien, pero tenía ciertas sospechas de que había policías que lo estaban siguiendo».
«Es algo muy extraño porque creo que excede el tema de los hechos vinculados a entidades deportivas, creo que tiene más que ver con otras cuestiones, él estaba tranquilo y no tenía ningún tipo de interés en volver a la hinchada del club. Sufrió una emboscada, estaba sólo y desarmado», agregó Varela.
