Los ministros de Economía, Axel Kicillof, y de Planificación Federal, Julio de Vido, anunciaron ayer un aumento en el porcentaje de corte obligatorio del gasoil automotor con biodiésel, del 8 por ciento actual al 10 por ciento, a la vez que se estableció la obligatoriedad del corte para las usinas termoeléctricas, también al 10 por ciento.
La medida apunta a mitigar el efecto negativo que tienen sobre la producción nacional de biodiésel las medidas proteccionistas fijadas por Europa, que repercuten sobre las exportaciones argentinas de este tipo.
La suba se aplicará en forma escalonada, a razón de un punto en enero próximo y otro en febrero, e implicará un ahorro de divisas que Kicillof estimó en 50 millones de dólares para 2014, por menores importaciones de combustibles.
De Vido señaló que ambas medidas representan la incorporación de 450 mil toneladas anuales de biodiésel al mercado local.
El ministro de Planificación recordó que la Argentina posee una capacidad instalada de producción de 4 millones de toneladas de biodiésel, y hasta hoy casi 850.000 se volcaban al mercado local.
Pero con las nuevas medidas, se eleva del 21 al 33 por ciento la utilización de la capacidad instalada de la industria para abastecer el consumo del mercado local, “sin impacto en los costos actuales de los combustibles”.
El titular de Planificación señaló que “las medidas arancelarias de la Unión Europea al biodiésel argentino afectaron negativamente las exportaciones, que este año serán 450.000 toneladas menores a las de 2011”.
“La Argentina se convierte en líder mundial en corte obligatorio de gasoil con biodiésel, ya que sólo en algunos estados de Colombia se corta al 10 por ciento, mientras en el caso de las usinas, la incorporación representa la demanda eléctrica anual de 400.000 hogares”, resaltó De Vido.
Según precisó De Vido, en la actualidad existen 35 plantas de biodiésel y 12 de bioetanol, cuando “en 2003 el sector no existía y no había un plan de energías renovables”.
El ministro Kicillof, en tanto, manifestó su rechazo a las “políticas proteccionistas de la Unión Europea, y particularmente de España” y señaló que se trabaja junto con la Cancillería para evitar “un tratamiento injusto”.
Las exportaciones de biodiésel con destino a la Unión Europea sumaron en 2011 alrededor de 1,6 millón de toneladas de combustibles de este tipo, cifra que en 2012 cayó a 1,5 millón de toneladas y que este año retrocederá hasta algo más de 1,1 millón por las “barreras para-arancelarias” dispuestas por el Viejo Continente.
Dudas con los subsidios
El gobierno nacional salió a asegurar ayer que la Argentina no volverá a tener precios dolarizados de la energía, “como había en mayo del 2003”, y dejó algunas dudas sobre cuál será la estrategia con el esquema de subsidios millonarios vigente para luz y gas.
Por otro lado, si bien rechazó que esté en marcha un “ajuste”, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, ratificó que se estudian posibles “recortes” de los subsidios al consumo de servicios públicos en el área energética, lo que un rato después fue relativizado por Julio de Vido.
El ministro coordinador sostuvo temprano que se apunta a “reducir el subsidio” a servicios públicos “en aquellos sectores de mayores ingresos”. Más tarde, en otra rueda de prensa, De Vido dijo que “la política de subsidios no va a cambiar, durante estos años ha habido oportunidades de quita y reducciones, con tipificaciones para no afectar a todo el mundo”.
