El presidente de la Asociación Empresaria de Rosario (AER), Ricardo Diab, adelantó que esta semana se reunirá con funcionarios provinciales y con el jefe de la Unidad Regional II de Policía, comisario Omar Odriozola, junto a representantes de los distintos centros comerciales de la ciudad, y que en ese encuentro el gobierno provincial ofrecerá el “plan de contingencia” –desplegado de emergencia ante las recientes ataques a comercios en Villa Gobernador Gálvez y la zona sur de Rosario– pero en una modalidad permanente y dedicada a cada sector comercial de Rosario habida cuenta de reiterados robos. “En el período de las fiestas de fin de año es habitual que se incrementen las ventas, y con esto los delincuentes aprovechan”, explicó el empresario. La reunión que se concretará fue pedida en medio de los temores de los comerciantes por la amenaza de que se replicaran situaciones violentas y masivas al secretario de Seguridad de Santa Fe, Matías Drivet. Ahora se concretará en un panorama de situación controlada y, según se anticipa, reflotará el proyecto del “botón de pánico” en comercios, sistema que se implementaría conjuntamente con una división especial de despliegue rápido de la Policía.
El titular de la Asociación Empresaria indicó que si bien depende del rubro, “la mayoría de los robos son rápidos y protagonizados por al menos dos personas a pie y moto respectivamente”. En esa línea, consultado por la iniciativa que se conociera el año pasado de instalar botones de pánico en heladerías y estaciones de servicio, Diab indicó que en su sector no descartan ninguna medida de antemano. “Sabemos que reforzaron las cámaras de seguridad. Entendemos que todo lo que contribuya a bajar la criminalidad es mejor”, agregó.
Tal como publicó El Ciudadano en agosto del año pasado, una de iniciativas para combatir los robos en locales comerciales que se habían barajado era la implementación de botones de pánico en heladerías y estaciones de servicio. Estos lugares fueron elegidos para realizar una prueba piloto proyectada para el verano pasado, habida cuenta de que eran los comercios por donde circula mayor efectivo y por consiguiente constituyen los blancos preferidos de asaltos.
Pero a pesar de varias reuniones con el entonces secretario de Seguridad Pública, Marcos Escajadillo, para coordinar la prueba del sistema nunca se realizó.
El botón de pánico es utilizado en unidades de taxi de la ciudad. Según informaron en ese momento las autoridades del Ministerio de Seguridad santafesino se esconde del público y su ubicación sólo es conocida por los empleados del local que lo instala. Posee una señal de georreferenciamiento –GPS– que la ubica ante los ojos del Servicio de Emergencias 911.
En caso de un asalto, la alarma, siempre y cuando sea manipulada por un empleado, emitirá una segunda señal de emergencia al centro de monitoreo provincial. Esto desencadenará –la parte clave del plan– los sistemas de respuesta rápida locales que cuentan con unas 60 motocicletas de alta cilindrada –mayor velocidad– de la Policía. El aparato, apuntaron mismas fuentes, no será caro para los comerciantes, aunque no precisaron montos.