El presidente de Cataluña, Artur Mas, anunció ayer la celebración el 9 de noviembre de 2014 de un referéndum sobre la independencia de esta región del noreste de España, desafiando a Madrid, que calificó la iniciativa de “error histórico” y aseguró que nunca se celebrará.
“Es una sola pregunta con dos apartados. El primer apartado es: ¿Quiere que Cataluña sea un Estado? Sí o no. El segundo apartado, en caso de respuesta afirmativa, es: ¿quiere que este Estado sea independiente? Sí o no”, explicó el nacionalista Mas en una rueda de prensa en Barcelona.
El gobierno español del conservador Mariano Rajoy reafirmó de inmediato que ese tipo de consultas era inconstitucional y que por ello no se celebrará.
“La consulta no se celebrará y no se celebrará porque nuestra Constitución no autoriza a ninguna Comunidad Autónoma a someter a consulta o a referendum cuestiones que afectan a la soberanía nacional y cuya disposición nos corresponde a todos los españoles”, señaló desde Madrid el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón.
Esto “está provocando una división social, una confrontación social en Cataluña sin precedentes, es un error histórico”, aseguró por su parte el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.
Orgullosa de su idioma y tradiciones, Cataluña, una región de 7,5 millones de habitantes, vive desde hace más de un año un auge del sentimiento independentista, atizado por la crisis económica y forjado a partir de reclamos de un mejor trato fiscal.
El gobierno de Rajoy rechazó en septiembre de 2012 la reivindicación de mayor autonomía fiscal y Mas, un moderado en sus inicios, se comprometió hace un año a celebrar un referendum en 2014.
“La fecha como cualquier fecha es muy concreta: 9 de noviembre de 2014”, subrayó el presidente regional catalán, recordando el compromiso de que “la consulta se tenía que hacer en 2014”. “Y así será”, agregó.
El acuerdo fue negociado por cuatro de las formaciones políticas catalanas con amplia mayoría en el Parlamento regional, que aún tiene que ratificarlo.