El cadáver de un hombre que se presumía fue el sicario que asesinó a un ex concejal de la localidad de Montecarlo, Mario Cabañas, en la provincia de Misiones, fue hurtado anteanoche de una funeraria por dos hombres y una mujer que cerca de la medianoche lo trasladaron hasta Paraguay en una canoa, a través del río Paraná. Según voceros del caso, la Justicia misionera había determinado que el cuerpo permaneciera en la casa velatoria y no fuera enviado al vecino país, como lo deseaban sus familiares, hasta que no se conocieran los resultados de estudios de ADN ordenados en el marco de la investigación.
Los investigadores señalaron que los restos corresponden a Marcos Fabián Martínez Sánchez, de 36 años, de nacionalidad paraguaya, quien murió en un enfrentamiento a balazos con el ex concejal de la localidad de Montecarlo y actual dueño de una flota de remises, Mario Cabañas, quien también falleció, el domingo pasado.
La sustracción del cadáver de Martínez Sánchez se registró alrededor de las 22 en una empresa fúnebre de la localidad de Puerto Piray, ubicada 175 kilómetros al norte de Posadas, donde permanecía por decisión de la Justicia que investiga el enfrentamiento con el ex edil.
Dos hombres y una mujer irrumpieron anteanoche en el lugar y, tras amenazar al hijo del propietario con armas de fuego, lo obligaron a cargar el ataúd en su automóvil y trasladarlo hasta la orilla del arroyo Piray Miní, afluente del Paraná.
En ese sitio, los desconocidos cargaron el cadáver en una canoa que los aguardaba y que rápidamente encendió los motores, perdiéndose en la oscuridad con destino a Paraguay, relató el hijo del dueño de la funeraria a las autoridades.
En la zona se inició un amplio operativo de fuerzas policiales y de la Prefectura Naval Argentina, con la colaboración de efectivos de la Policía Nacional de Paraguay con el propósito de localizar a los autores del insólito asalto y hurto del cadáver.
Los restos de Martínez Sánchez se encontraban en la funeraria por disposición de la Justicia de Misiones, a fin de completar los análisis de ADN y otros peritajes, además del pago del servicio fúnebre, en el marco de la investigación por el enfrentamiento con el ex concejal Cabañas.
A través de un oficio, las fuentes revelaron que el juzgado de instrucción que intervino en el caso ordenó una serie de medidas, que incluía el impedimento de que el cuerpo fuera entregado a los familiares de los fallecidos para la inhumación. Al parecer, las trabas judiciales habrían desencadenado la decisión de allegados al fallecido para llevar adelante una acción tipo comando, sustraer los restos y trasladarlos al vecino país, de donde el fallecido era oriundo y al parecer contaba con un prontuario frondoso.
Voceros del caso indicaron que se presume que el sicario fallecido, junto con otro identificado como Elías E., ambos de nacionalidad paraguaya, fueron contratados para matar al ex concejal por un ajuste de cuentas.