El diputado nacional y presidente del Partido Socialista (PS) Hermes Binner afirmó ayer que “un gobierno que sanciona una ley antiterrorista para reprimir la protesta social, que plantea el blanqueo de capitales de dudosa procedencia y que promueve al general (César) Milani como jefe del Ejército, es un gobierno contrario a los intereses de los argentinos”, al cerrar un encuentro junto a 600 militantes en el predio de la ex Sociedad Rural de Rosario, junto al gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, la intendenta de Rosario, Mónica Fein, el senador provincial y secretario general del PS santafesino, Miguel Lifschitz, y la diputada nacional Alicia Ciciliani, entre otros funcionarios y dirigentes.
El ex gobernador de Santa Fe analizó que “el país no anda bien, tiene grandes problemas, hay una crisis que no es meramente económica, sino que es profundamente política y que no tiene antecedentes”.
En este sentido, remarcó: “Tenemos hoy un populismo político y un neoliberalismo económico que sigue funcionando”. Y a continuación sostuvo que esta situación perjudica más “a los pobres, a los jubilados, a los que no tienen posibilidad de una vida digna, a los que no tienen trabajo, los que no pueden enviar sus niños a la escuela. Y en esa realidad está el germen de los males que hoy nos aquejan”.
En otro tramo de su discurso, Binner afirmó: “Este gobierno hizo de la corrupción una moneda corriente. Hoy parece que fuera historia, pero tuvimos el caso Antonini Wilson, a Ricardo Jaime, (Amado) Boudou queriéndose quedar con la fábrica de hacer billetes, y una serie de personajes que provocaron el deterioro institucional que hoy padece la Argentina”.
“Hoy ya no sorprende que la propia presidenta está involucrada en un caso de blanqueo de capitales para enriquecerse personalmente”, agregó.
“Ellos lo dijeron muy claro en el Monumento a la Bandera: ‘Venimos por todo’, y vienen por todo”, dijo el líder del FAP .
“¿Cómo explicamos que un fiscal que investiga, es apartado por hacer su trabajo? ¿Cómo explicamos que un empresario que hace todas las obras de Santa Cruz, pagaba sumas siderales a los hoteles de la familia presidencial?”, se preguntó Binner a continuación, para reflexionar: “Esto no es progresismo, el progresismo es otra cosa”.
“Vamos a articular la fuerza política capaz de mejorar esta realidad, y que piense fundamentalmente en los derechos de la gente”, señaló el legislador nacional, quien adelantó que lo hará “desde la izquierda democrática, desde el progresismo en serio, con el Partido Socialista integrando un espacio que debe ser amplio, no sólo con partidos políticos afines, sino también con organizaciones sociales, referentes de la sociedad civil, académicos, intelectuales, de la cultura y el deporte, con la gente sana y honesta de nuestro pueblo”.
“Vamos a dialogar, a debatir, a consensuar, a ayudar a construir una nueva Argentina, un país normal, con esperanza y con valores”, dijo y finalizó: “Allí anclaremos nuestras propuestas en defensa de la institucionalidad, de los valores y los derechos de los argentinos, envueltos en la celeste y blanca, para seguir construyendo la Argentina que nos merecemos”.
