Con la lluvia que alivió ayer a la ciudad la ola de calor llegó a su fin. Ese fenómeno, que dio inicio el lunes 23 de diciembre cuando el Servicio Meteorológico Nacional dictó el alerta rojo luego de varios días con temperaturas que ya eran elevadas, dejó como saldo innumerables conflictos con el suministro eléctrico, protestas de vecinos a lo largo y ancho de toda la ciudad y una suba en las consultas telefónicas al Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (Sies).
En salud el pico de consultas a los servicios públicos se dio durante el fin de semana; entre el viernes y el lunes pasado. Según el secretario municipal del área, Leonardo Caruana, la mayoría de los requerimientos se hicieron (y resolvieron) telefónicamente a tras vez del Sies.
“El grueso de los llamados estuvieron vinculados a inconvenientes que sufrieron sobre todo personas mayores. La mayoría las pudimos resolver telefónicamente con recomendaciones. Es decir, no fue necesario acudir al lugar. Por otro lado, la verdad es que no se ha dado un importante nivel de consultas en la guardia de los hospitales esta vez”, explicó el funcionario.
El grueso de las consultas al Sies estuvo vinculado en torno a cómo prevenir un golpe de calor. También hubo llamados que buscaron ponderar si síntomas como decaimiento general, fatiga y hasta algún desmayo con recuperación rápida pudiera ameritar o no atención médica. Según Caruana, en los momentos más complicados de la ola de calor se llegaron a recibir hasta 40 llamados por ese tema al día.
El funcionario explicó que desde el Sies en general se aconsejó a las personas que mostraron síntomas propios de las altas temperaturas, trasladarlas a un lugar fresco y bien ventilado, tomar mucho líquido, quitarse la ropa y mojarse todo el cuerpo con agua fría, sin administrarse medicamentos antifebriles ni tampoco friccionarse la piel con alcohol.
Los picos de calor
Para la Empresa Provincial de la Energía, según Diana Antruejo, la vocera de la compañía, los momentos más conflictivos se vivieron con el inicio de la ola de calor y la llegada de la Navidad. Es decir, entre el 23 y el 26 de diciembre.
La previa navideña fue la más calurosa de los últimos 50 años. El 24 de diciembre la temperatura llegó a los 39 grados a las 15, y marcó el pico de la ola. Ese día las interrupciones de luz se incrementaron. Y hubo al menos seis cortes de calles en reclamo a la EPE por la falta del suministro.
En tanto, el 25 de diciembre la máxima bajó un poco y estuvo en 37,5 grados. Los problemas en las redes de media y baja tensión persistieron. Según la EPE, aquella jornada unos 6.000 clientes no tuvieron energía y se recibieron más de 3 mil llamados.
Un día después, el 26 de diciembre, la EPE declaró el estado de emergencia en Rosario. Ese jueves se registraron inconvenientes en la red de media tensión en cuatro grandes sectores del área central y en varios puntos de la zona oeste, incluyendo las localidades de Funes y Roldán.
Las protestas callejeras se reprodujeron en el centro y en los barrios. Hubo cortes de calles y quema de cubiertas en Mendoza al 7700 y, cerca de allí, en Mendoza y Cullen, los vecinos tomaron una sede de la EPE.
Las quejas también se dieron en Azcuénaga e Ituzaingó, donde se agredió y amenazó con armas a una cuadrilla de la EPE. El hecho fue repudiado por las autoridades de la empresa y tras eso los operarios tuvieron que salir a trabajar en algunos casos con custodia policial.
Los cortes de tránsito de vecinos enojados afectaron además a las esquinas de Rioja y Buenos Aires, Tucumán y Dorrego, Tucumán e Italia y en Urquiza y Dorrego hubo agresiones entre manifestantes y automovilistas. También salieron a la calle ese día varios comerciantes de calle San Luis al 1400 y 1500.
El consumo eléctrico
Según la EPE, la jornada de Navidad, el consumo demandado a la red eléctrica fue un 45 por ciento superior al 25 de diciembre del año pasado. Y el 26 a la mañana el nivel de carga llegó a 100 megavatios por encima de lo registrado en ese momento, el lunes 23, cuando se produjo un récord histórico de consumo al alcanzarse los 2.108,6 megavatios.
Las autoridades de la compañía mencionaron que a lo largo de toda la ola de calor, de 1.400 subestaciones transformadoras que hay en Rosario, sólo tuvieron inconvenientes entre 30 y 40. Una estimación que ubicó el problema en el 2 por ciento de los 350 mil clientes rosarinos, hecho que no se palpó en la calle.