La cápsula no tripulada Cygnus de la firma estadounidense Orbital Sciences llegó ayer a la Estación Espacial Internacional (ISS) en la primera misión regular de aprovisionamiento de la estación orbital.
La cápsula se terminó de acoplar oficialmente ayer a la ISS a las 13.05 Greenwich Mean Time (GMT, hora del meridiano de Greenwich), cerca de dos horas después de que el brazo robótico de la estación Canadarm2 la asiera en pleno vuelo, junto a la carga de 1.260 kilos que transportaba.
El astronauta estadounidense Mike Hopkins y su colega japonés Koichi Wakata, que operan el brazo robótico de 17 metros, se conectaron con Cygnus hacia las 11.08 GMT. El acoplamiento ocurrió sobre Madagascar, en el océano Índico, según el canal de televisión de la agencia espacial estadounidense.
“Capturar algo que está flotando libremente en el espacio junto a ti y que va tan rápido… es una apuesta tan grande, es muy delicado”, dijo Cady Coleman, la astronauta encargada de la narración del evento desde la Tierra para el canal Nasa TV.
La tripulación utilizó este brazo para guiar a Cygnus con el fin de que se amarrara al módulo Harmony, un conducto presurizado que vincula al laboratorio europeo Columbus con el estadounidense Destiny.
Cygnus transporta materiales científicos, incluyendo hormigas para observar su comportamiento en microgravedad, así como elementos para estudiar la resistencia microbiana a los antibióticos.
La tripulación de la ISS (tres rusos, dos estadounidenses y un japonés) comenzará hoy a transferir el cargamento recién llegado a la ISS y colocar las 1,8 toneladas de desechos y equipamiento usado en Cygnus, precisó la Nasa en un comunicado.
La cápsula permanecerá acoplada a la Estación espacial hasta el 18 de febrero, luego se separará y –a diferencia de la cápsula Dragon de SpaceX, la otra firma estadounidense escogida para transportar carga a la ISS–, Cygnus se destruirá al regresar a la atmósfera sobre el océano Pacífico.
El lanzamiento de Cygnus, inicialmente previsto en diciembre desde el centro de vuelos de Wallops, ubicado en una isla cercana a la costa de Virginia (este de Estados Unidos), había sido postergado una primera vez para el 8 de enero a raíz de la reparación de una bomba de amoníaco defectuosa en uno de los dos circuitos de refrigeración de la Estación Espacial.
La reparación fue llevada a cabo por dos astronautas en dos salidas al espacio justo antes de Navidad.
El vuelo fue luego postergado 24 horas hasta el jueves 9, debido a las radiaciones magnéticas que provocaron erupciones solares el pasado martes y que podían afectar los sistemas electrónicos del lanzador Antares.
Se trata del quinto vuelo de una nave privada hacia la ISS. Orbital Sciences es una de las dos compañías estadounidenses, junto con SpaceX, en haber sido elegida por la agencia espacial estadounidense para abastecer la estación internacional.
Orbital Sciences ya había realizado un vuelo de prueba hacia la ISS en septiembre.
Para reducir los costos de acceso a la órbita cercana, la Nasa apuesta a alianzas con el sector privado.
Al finalizar un contrato de 1.900 millones de dólares con Orbital Sciences, esta empresa deberá haber entregado 20 toneladas de equipamiento en ocho vuelos previstos hasta principios de 2016, tres de los cuales serán en 2014.