Un joven de 19 años fue asesinado de un disparo anteanoche en barrio Las Flores cuando conducía una moto en la que también viajaba un chico de 15, quien asimismo resultó herido de bala pero se encontraba fuera de peligro. El hecho tuvo lugar cerca de la 21.30 del jueves cuando las víctimas fueron sorprendidas por otros dos muchachos que, sin mediar palabra, abrieron fuego desde otro rodado. El ataque motivó una persecución que se prolongó unos 300 metros, hasta la puerta de un taller mecánico, donde Ariel Gustavo Quintana perdió el control del vehículo y cayó agonizante.
Fuentes del caso dijeron que la víctima iba al mando de una moto de 110 centímetros cúbicos negra junto con Ángel G., de 15 años, por calle 5 de Agosto hacia el este, y que poco antes de llegar a la intersección con España apareció otra moto con dos ocupantes, los que sin mediar palabra comenzaron a disparar contra los adolescentes. Quintana aceleró mientras los atacantes los seguían a tiros. La persecución duró tres cuadras, ya que los agresores cesaron la balacera a la altura de la obra en construcción del Nuevo Hospital Nodal de la zona sur, refirió una fuente policial.
Los voceros agregaron que Quintana alcanzó a cruzar calle San Martín y a unos cincuenta metros perdió el control del rodado. Con una herida de bala a la altura del omóplato izquierdo, el muchacho de 19 años se incorporó y logró caminar hasta un taller mecánico, donde pidió auxilio a uno de los trabajadores al grito de “ayudame, ayudame”, pero en ese instante cayó desvanecido a pocos metros del portón de la propiedad. En tanto su amigo, de 15 años, se sentó en la vereda herido en la parte lateral izquierda del tórax.
“Los vecinos comenzaron a correr porque pensaron que estaban robando en el taller y al llegar había dos chicos heridos”, relató un vecino que observó la secuencia, para luego agregar que sólo vieron la moto de las víctimas. Refirió también que poco después llegaron al lugar otros amigos de los heridos, que preguntaban “qué pasó”, y quienes le dijeron que hasta poco antes habían estado en una pileta, hasta el momento de salir que se separaron de Ariel y Ángel.
Poco después llegaron al lugar familiares de Quintana, entre ellos su madre, que vive en el barrio, quienes ayudaron a subir a las víctimas a una camioneta del Cuerpo Guardia de Infantería que pasaba por el lugar y cuyo personal fue alertado por un vecino, refirió una fuente.
Los uniformados trasladaron a los heridos al hospital Roque Sáenz Peña, donde Quintana recibió reanimación cardiopulmonar, aunque no lograron sacarlo del cuadro médico que presentaba y falleció, mientras que el menor fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, donde al cierre de esta edición se encontraba fuera de peligro, dijo una fuente.
Sin mediar palabra
Según voceros policiales, Ángel Emiliano R. le contó a su madre que iban hacia su casa cuando fueron sorprendidos por los agresores, a quienes no conocía, y dijo que fueron atacados sin mediar palabra y los agresores dejaron de tirarles porque, según cree, se les terminaron las balas. El calibre del arma utilizada podrá determinarse luego de la autopsia al cadáver de Quintana, ya que la Policía informó que el proyectil que le causó la muerte quedó alojado en el cuerpo. Por su parte una familiar del joven asesinado sostuvo que el chico “no tenía problemas con nadie” y no contaba con antecedentes penales, concluyó la fuente.
El hecho es investigado por la Brigada de Homicidios, el personal de la subcomisaría 19ª que tiene jurisdicción en la zona y el Juzgado de Instrucción en turno durante la feria.