Hoy, después de casi seis meses, se rehabilitará la circulación peatonal y vehicular por Salta al 2100, tras un proceso de refacción de la arteria en el que trabajaron conjuntamente los gobiernos provincial y municipal, el cual incluyó también la demolición de las torres siniestradas el fatídico 6 de agosto. A las 8 se retirarán las vallas para que automóviles y peatones vuelvan a transitar por la cuadra de la tragedia.
“Estamos cumpliendo con lo que nos pidió el gobernador Antonio Bonfatti y la intendenta Mónica Fein desde el primer día; devolver las condiciones de habitabilidad a la zona afectada por el siniestro de agosto pasado. Ajustamos los tiempos todo lo posible, para que los vecinos, comerciantes y la ciudadanía en general puedan retornar a su barrio, a su situación de normalidad anterior a la explosión. Y estamos abriendo la calle al tránsito, sabiendo que quedan cosas por hacer, pero dando un paso más en todo este proceso complejo que nos tocó transitar”, señaló Gustavo Leone, a cargo de la Secretaría de Estado del Hábitat, órgano coordinador de las tareas en el lugar.
El funcionario detalló que la demolición y posterior limpieza del terreno ubicado en Salta 2141 ya está finalizada. En tanto, respecto a la refacción de las propiedades vecinas explicó que “ya se entregaron 137 inmuebles y sólo quedan 30 unidades, pertenecientes a Salta 2159, 2161 y 2125. En estas, que fueron las últimas porque demandaban que la demolición finalice para hacer todas las reparaciones, se continuará trabajando puertas adentro, por lo cual el tránsito en la calle será normal”.
Además, se entregaron a los residentes 123 viviendas y 14 locales. A estos inmuebles se les repararon puertas, ventanas, cortinas, mampostería, luz y agua potable, en miras a devolver las condiciones de habitabilidad a las moradas. Asimismo, se reemplazaron 840 ventanas (de distintos tamaños), 124 puertas y 140 cortinas. El valor pagado a las empresas es de 4,5 millones de pesos.
Según detallaron desde la Casa Gris, se llevan invertidos hasta el momento 8,5 millones de pesos entre la demolición de las torres siniestradas y la refacción de los demás inmuebles. En el primer rubro ya se pagaron 4 millones de pesos (aún resta pagar la última parte del trabajo), mientras que en el segundo 4,5 millones de pesos.