Ráfagas de un continuo viento caliente y agobiante desde el norte, más de 38 grados de temperatura y 46 de sensación térmica fueron las características de la jornada de ayer en la ciudad de Rosario.
Si bien los rosarinos sintieron la ola de calor como una de las peores del verano 2014, los servicios, más allá de los conocidos fallos en la prestación eléctrica, funcionaron con normalidad y pocos altibajos en la demanda. Desde el Sies sostuvieron que “no hubo un mayor número de consultas que haga inferir que las emergencias crecieron por el calor”. Al respecto explicaron que, por las altas temperaturas, trabajan de forma conjunta con la Guardia Urbana Municipal y Defensa Civil, pero que no fue necesario activar operativos.
“La gente se resguarda mucho y se cuida en estos días. Lo que hay que resaltar es el cuidado de los niños y de los mayores ante todo”, explicó su director, Federico Cornier.
Por su parte, el sistema de emergencia privada Urg 3511 computó un crecimiento en la demanda de un 10 por ciento en relación a la semana pasada y entre un 5 y un 10 respecto de enero del 2013. Su director médico, Carlos Didier, sostuvo que generalmente se registran pequeños picos de atención por “cefaleas, náuseas, fiebres y diarreas como las consultas más comunes provocadas por el calor”.
Las estaciones de bomberos no registraron hechos de emergencia y el trabajo del día fue normal.
Mientras tanto, entre 800 y mil rosarinos se acercaron a refrescarse al Complejo La Florida. “El movimiento fue el usual en un día de semana, pero es cierto que con estos calores a la gente le cuesta más acercase”, declaró su gerente general, Lucas de la Torre.
Sin dudas, uno de los protagonistas de la jornada fue el Servicio Nacional Meteorológico, cuyo sitio web estuvo colapsado en varios momentos del día evidenciando que la ansiedad por la llegada de la lluvia y, sobre todo, el agobiante calor fueron los tópicos del día de cualquier conversación.