Era un amistoso más y terminó en bochorno. Finalmente, los titulares de Rosario Central no jugaron contra los del Fénix uruguayo pero sí hicieron lo propio los suplentes, en un partido que debió suspenderse por una pelea entre el arquero de la visita y el árbitro Matías Bianchi, quien sancionó un penal para los de Miguel Ángel Russo.
En ese momento, el arquero visitante Luis Mejía intentó agredir al árbitro y debieron ser separados, por lo que el juez del amistoso optó por suspender el partido. Los uruguayos ganaban 1-0 con gol de Franco Acosta.
Si bien de entrada parecía que el enojo se trataba por considerar que no había sido infracción sobre el juvenil Franco Cervi, luego del cotejo fue el panameño Mejía el que aclaró que el árbitro se había manifestado de forma racista contra él: “El juez me dijo andá a atajar negro de mierda”.
Volviendo a lo que se jugó del partido, Russo puso en cancha a Manuel García; Lucas Lazo, Tomás Berra, Lucas Acevedo, Elías Gómez; Matías Ballini, Lucas Montoya, Jonás Aguirre; Walter Acuña, Sebastián Abreu y Franco Niell.
En el complemento ingresaron Cervi por Abreu y Pablo Becker en lugar de Niell. En el inicio de ese período llegó el gol de los uruguayos tras un mal despeje de la defensa y cuando promediaba el minuto 25 sucedió la situación de violencia que obligó al árbitro a suspender el partido.