Con una vasta formación como actriz y risas multiplicadas por miles a lo largo de su carrera, Gachy Roldan es una de las figuras indiscutidas del espectáculo rosarino. Con un nombre que la precede y una trayectoria que la avala, ha sabido hacerse un lugar en la escena local y en el corazón de la gente. “Llevo 25 años en este trabajo. Y me pasó: siempre tuve claro lo que quería, no irme (de la ciudad) y poder ser reconocida acá”, aseguró.
Con modestia y buen humor, Gachy abrió las puertas de su casa a El Ciudadano para hablar de su carrera, el medio y Noche brillante, la revista local que, bajo la dirección de Manuel Cansino, estrenará una nueva temporada revisteril local, la octava, esta noche, a partir de las 22, en la sala Mateo Booz (San Lorenzo 2243).
“Estamos un 70 por ciento renovados”, aseguró quien compartirá escenario con el periodista deportivo Miguel Tessandori, el mago Zaúl y el cantante Rubén Matos, entre otros artistas. Según Gachy, esta octava temporada contará con nuevas caras, monólogos, vestuario y la nueva vedette, Silvana Michelini, “que es impresionante”.
“Jamás pensé que el tipo con el que yo bailaba en mis asaltos iba a estar trabajando conmigo”, dijo con una gran sonrisa sobre la participación de Rubén Matos, quien según la actriz aportará a esta nueva temporada “un clima de fiesta”. “No hay cumpleaños, ni casamiento en el que no se baile «Buenas noches queridos conejos»; Rubén es un tipo que se sigue bailando en las fiestas, entonces le va a dar un giro de fiesta, un clima que viene muy bien en este momento”.
Amante y defensora del arte local, la humorista se atrevió a la comparación: “Lo que tiene la vedette rosarina a diferencia de la de Buenos Aires es que son formadas, pero no de cuerpo, sino porque son bailarinas, cantantes, son chicas que se prepararon mucho y que se han quedado en Rosario”.
“Quedarse en Rosario significa que la tenés que remar. Es prepararte mucho, porque no es tan fácil como en Buenos Aires, donde, si tenés lomo y sos un poco cara rota, llegás. Hay más oportunidades pero menos talento”, opinó.
Y de esas oportunidades Gachy confesó haber tenido algunas para irse a la Capital, pero se preguntó: “¿A qué? ¿a golpear puertas, a ser una del montón? Yo tengo que hacer que los rosarinos vayan al teatro acá y que tengamos nuestra revista local, que de hecho ya la tenemos hace años”.
Sin lugar a dudas, las producciones revisteriles de Manuel Cansino están instaladas: es la revista local que convoca y apuesta. “Cansino es un loco por atreverse a ir cada vez subiendo en producción y en costos. Y sin ayuda oficial, porque la Municipalidad siempre está acompañando pero desde otro lugar. A La Comedia, por ejemplo, que es nuestro teatro oficial local, jamás nos invitaron, ¡con tantos veranos que la venimos remando!”, sentenció. Y agregó acerca del mismo tema y en relación a la difusión: “Me gustaría saber qué sentirían los periodistas y conductores que siempre les dan notas a los artistas de Buenos Aires si pusiéramos periodistas de allá en sus lugares. Yo no me puedo quejar porque conmigo los medios locales son divinos, siempre tengo notas, pero hay una cultura, todavía, de imponer aquello que viene de afuera y no priorizar lo nuestro”.
Con un objetivo claro
Con 25 años de trayectoria, Gachy Roldán asegura que una de las claves de su carrera fue tener claro qué quería. “No irme y poder ser reconocida en mi ciudad”, dice. “No hago televisión, he tenido pequeñas participaciones, pero la gente me reconoce igual ¿Por qué? Laburo, laburo, laburo, nomás. Remar y tener muy claro el objetivo”.
Con formación académica, la actriz reconoció haber tenido en otro tiempo un mal concepto acerca del teatro de revista como tienen muchos. “Te decían «revista» y salías disparando. Cuando me llamó Cansino, nunca había hecho monólogos, siempre había trabajado en equipo; es más, considero al teatro como un arte colectivo. Primero me gustó la idea de hacer monólogos pero cuando conocí la revista me fascinó el género. Me fascina lo que pasa con el público, eso tan popular. Disfruto mucho de los monólogos que ahora los escribo yo porque sé de qué quiero hablar en el escenario y sé cómo va a ser el ida y vuelta. Los escribo pensando qué quiero provocar. Están mis amigas. Voy anotando cosas en las reuniones”, dijo la actriz al tiempo que adelantó que en la presente temporada el foco estará puesto en el divorcio y el príncipe azul. “Mientras esperan al indicado, disfruten del equivocado, chicas”, evocó con humor.
Para apalear la crisis
Entre el calor y la situación general, Gachy sostiene que la revista “es una buena opción para este verano tan cascoteado en todos los sentidos. En medio de toda crisis, la risa siempre es una vía de escape”.
“No está mal hacerlo. Porque la gente piensa: «¿Con lo que está pasando yo me voy a ir a reír?» Y yo digo que sí, es un cable a tierra, una forma de poder seguir”, aseguró, y recordó que en tiempos de crisis los shows de humor suelen tener mayor convocatoria. “En 2001, estrené con Roberto (Moyano, su marido), Amor con H y fue cuando nosotros despegamos profesionalmente; creo que la gente se escapa riéndose. A mí, profesionalmente, cuando mejor me empezó a ir fue en momentos de crisis, con la necesidad de reírse un poquito. Y no es frivolidad, no significa que te chupa un huevo todo, es un cable a tierra necesario: tomás aire y seguís adelante”.