El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, cuestionó hoy la suba de precios que dispuso la petrolera Shell para sus combustibles y afirmó que «a veces el gobierno se encuentra solo en la lucha» contra los grupos económicos.
En la habitual conferencia de prensa en Casa de Gobierno, Capitanich recordó que Shell realizó operaciones en el mercado cambiario comprando divisas a mayor precio, y señaló que «es muy importante que el pueblo argentino sepa que esto es una lucha cotidiana».
Al respecto, añadió: «No es casualidad esta actitud unilateral, contraria al país. La actitud de Shell siempre es conspirativa y atentatoria contra los intereses del país».
Capitanich insistió en que «el objetivo de este aumento es perjudicar a nuestro país».
Por otra parte, el jefe de ministros contó que el viernes último por la tarde se reunió con el ministro de Economía, Axel Kicillof, y con el secretario de Comercio, Augusto Costa, para verificar la integración vertical de las empresas petroleras.
Se trata de las petroleras que están en toda la cadena de producción de combustibles: producen, procesan en destilerías y lo venden en estaciones de servicio. Algunas, adquieren el combustible en destilería y lo venden en estaciones de servicio, explicó el ministro.
«Estábamos trabajando para morigerar y evitar cualquier impacto en este sentido, pero esta empresa no debe extrañar, ¿se acuerdan cuando el ex presidente Néstor Kirchner fijó claramente su conducta, se acuerdan cuando esa misma empresa fue la que hizo una operación con el HSBC para establecer, a las 12.20 horas, un tipo de cambio de 7,12 pesos llevarlo a 8,40 pesos?», se preguntó.
«Bueno, es la misma empresa que en forma unilateral decide este incremento del 12 por ciento de los combustibles», dijo Capitanich.
Por eso, aseguró que «es muy importante que el pueblo argentino sepa que esta es una lucha cotidiana y una responsabilidad colectiva. El Gobierno muchas veces se encuentra solo luchando contra estos grupos económicos, contra estos empresarios inescrupulosos, contra estos comerciantes que lo único que les interesa es su rentabilidad de corto plazo».
Por último, señaló que estos empresarios «a su vez no tienen ningún tipo de razonabilidad técnica para establecer ese tipo de fijación de precios».
«Me parece que sólo la codicia, la estrategia de imponer condiciones y decisiones como grupo económico, son los que los llevan a tomar este tipo de decisiones», concluyó Capitanich.