El continuado de tiempo caluroso, húmedo y lluvioso de los últimos días puso en alerta al municipio frente a la posible multiplicación de casos de enfermedades transmitidas principalmente por vectores como el mosquito o los ratones. Puntualmente, desde la Secretaría de Salud dijeron que son fundamentales las distintas tareas de prevención para evitar patologías contagiosas como el dengue o la leptospirosis. Además, no ocultaron su preocupación por el “relajamiento” en el comportamiento de parte de la población a la hora de aplicar medidas que impidan la reproducción de los mismos. “Hemos encontrado que la cantidad de reservorios es importantísima”, dijo Analía Chumpitaz, directora de Epidemiología de la Municipalidad.
“Después de las lluvias aumentan los mosquitos y por lo tanto aumenta el riesgo de las enfermedades como el dengue. También por el agua estancada el tema de la leptospirosis con los ratones y otras que se producen por las zonas anegadas. Por eso lo que nosotros venimos realizando durante el último tiempo es un trabajo de concientización en la población sobre cómo hacer para evitar tener recipientes que se conviertan en reservorios en sus viviendas y de esta manera disminuir la cantidad de mosquitos y principalmente el vector que es el Aedes aegypti que es intradomiciliario y tiene hábitos diferentes al culex que es el que nos pica habitualmente más bien en parques, en paseos y en otros lugares”, agregó.
Responsabilidad de todos
La funcionaria remarcó que “es indispensable que ordenemos nuestros patios, que demos vuelta los recipientes y también es importante que aquellas personas que se dirigen a lugares donde en estos momentos hay situación de brote, por encima del Trópico de Capricornio en todos los países hay brotes de dengue, deben utilizar repelentes en su estadía y si al volver tienen síntomas como fiebre, dolores articulares y musculares, no automedicarse y consultar precozmente”.
“En el año 2009 tuvimos un brote importantísimo en toda la región, en Rosario tuvimos 107 casos autóctonos, y en ese momento hubo una importante disminución de los reservorios en las viviendas y a lo largo de estos años eso se ha relajado bastante. En los últimos controles que hemos realizado la cantidad de reservorios que hemos encontrado es importantísima. Esto agrava la situación y nos pone en una situación de riesgo mayor que en los años anteriores”, agregó.
Obligados a convivir
Chumpitaz recordó que el Aedes aegypti está detectado en la ciudad desde 1997. “Es imposible la erradicación de este mosquito, lo que sí podemos hacer es mantenerlos en niveles bajos porque lo más importante es recordar que es un vector de hábitos intradomiciliarios, o sea que está dentro de la vivienda, y si no hay colaboración nuestra y de los vecinos y las vecinas es muy difícil mantener el equilibrio”, sostuvo.
“No es fácil saber si realmente vamos a tener un brote y de qué características en la actualidad. Nosotros venimos realizando junto a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales mapas satelitales en donde venimos viendo que ha habido un aumento de los factores de riesgo en la ciudad, no sólo por los factores climáticos sino también por el aumento de los reservorios y por lo tanto cada vez tenemos mayor riesgo en la ciudad. También se agrava esto por la cantidad de gente que vacaciona”, concluyó la funcionaria de la ciudad.
Fumigación para combatir al culex
Según viene informando el municipio, por las condiciones climáticas de esta época del año –que favorece la proliferación de insectos– se están intensificando acciones para controlar el denominado “mosquito común” o culex en espacios verdes, parques y barrios de Rosario. Así las cosas, los equipos de control sanitario suelen trabajar en los parques Independencia, Urquiza y Nacional a la Bandera. También se llevan adelante tareas de fumigación en el distrito Sudoeste, en los barrios Tío Rolo, Puente Gallego, en el distrito Noroeste, Antártida Argentina y Lomas de Fisherton. Otras áreas son la costa ribereña de la zona norte desde el parque Alem hasta el puente Rosario-Victoria.
“Las intervenciones –que forman parte de operativos anuales programados y que se realizan en toda la ciudad– tienen como finalidad reducir las poblaciones del denominado mosquito común o culex que afecta a la población especialmente en los espacios verdes de uso masivo. En cuanto a los productos químicos usados en las fumigaciones, se trata de sustancias que no son peligrosas para las personas que transitan por los parques y espacios verdes. Su utilización sólo requiere de la provisión de elementos de seguridad a los trabajadores que realizan esas tareas con regularidad y tienen un mayor nivel de exposición”, aseguraron.