La presidenta electa de Chile, Michelle Bachelet, nombró a Valentina Quiroga como subsecretaria de Educación de su futuro gobierno, tras la renuncia presentada ayer por Claudia Peirano. El anuncio fue realizado por la próxima mandataria trasandina, una hora después de que Peirano hiciera pública su decisión de dejar el cargo debido a los cuestionamientos que recibió por el supuesto conflicto de intereses que existiría entre sus actividades laborales y el nuevo cargo, un punto que había sido cuestionado duramente por el movimiento estudiantil.
La economista Claudia Peirano fue designada hace una semana en un puesto clave para la reforma educativa de Bachelet, eje central de su gobierno, con la que pretende impulsar la gratuidad universitaria, mejorar la calidad educativa y poner fin al lucro con recursos públicos en la educación, principales demandas de los estudiantes chilenos.
Sin embargo, su nombramiento fue duramente criticado por el poderoso movimiento estudiantil, que desde 2011 demanda con fuertes protestas un cambio profundo del sistema educativo.
Los estudiantes desconfiaban de Peirano por sus vínculos con colegios con subvención estatal pertenecientes a su ex esposo, a los que asesoró técnicamente, y señalaban una carta que firmó en 2011, en la que rechazaba la gratuidad en la educación.
“Sé que mi designación ha sido polémica (…) Dada las condiciones existentes, he decidido dar un paso al costado y no asumir como subsecretaria de Educación en marzo de 2014”, dijo Peirano ayer en una rueda de prensa.
Bachelet nombró en reemplazo de Peirano a Valentina Quiroga, ingeniera civil de la Universidad de Chile y directora de política educativa de Educación 2020, una fundación sin fines de lucro nacida de una iniciativa ciudadana, que sintoniza con el movimiento estudiantil.
Según el profesor de la Universidad de Santiago Marcelo Mella, la renuncia de Peirano “muestra que el movimiento estudiantil mantiene una capacidad de veto y de generar impacto en la toma de decisiones del gobierno”, que asumirá el 11 de marzo.
Durante el gobierno del derechista Sebastián Piñera, cuando explotó el movimiento estudiantil, fueron tres los ministros de Educación que renunciaron a su cargo. Los estudiantes chilenos, que piden cambios profundos a uno de los sistemas más desiguales del mundo, heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), afirmaron que la renuncia de Peirano no es un “triunfo” para su movimiento, pero evita un escenario de “conflicto de intereses”. La líder estudiantil Camila Vallejo, diputada electa por el Partido Comunista, calificó la renuncia de Peirano como un “gesto correcto”.