Al arribar al país procedente de la reunión del BID en Washington, el ministro de Economía, Amado Boudou, pegó el faltazo a la convocatoria del Senado, pero sí fue a la Cámara de Diputados, donde ejerció una fuerte defensa del modelo, del canje de la deuda y del pago de los vencimientos de este año con reservas del Banco Central. “No podemos caer en la receta histórica de la Argentina que cuando viene la inflación, entonces vamos a ajustar la economía, a bajar los salarios, el presupuesto, las jubilaciones y terminamos en un pozo de depresión”, sentenció. También sostuvo, aún contra las mediciones de los gremios de la CGT, cuyos reclamos en paritarias oscilan entre un 20 y un 30 por ciento de aumento de sueldos para hacer frente a las subas de precios, que en el país no hay inflación. O al menos, que no es ésa la palabra: “Todo país que tiene crecimiento puede tener alguna tensión en los precios, y esto no necesariamente es inflación”, dijo.
El ministro de Economía canceló la presentación que tenía prevista realizar durante la mañana ante la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Senadores por “problemas de agenda”. Pero por la tarde fue a Diputados, para exponer ante el plenario de las comisiones de Finanzas, y Presupuesto y Hacienda sobre el canje de deuda.
Antes, en su llegada a Ezeiza desde Washington, Boudou refirió que la aprobación de la SEC –el organismo regulador de Estados Unidos– al canje con los holdouts “es un paso muy importante” y que como “vienen mostrando los mercados va a dar mucho respaldo y posibilidades crediticias para el sector privado”. Además, consideró que si la aceptación del canje está entre el 75 y el 80 por ciento “es muy buena noticia” ya que para el gobierno nacional “el 60 por ciento estaba bien” ya.
Lo mismo repitió, más tarde, ante los diputados, en un examen de marzo que, aunque no fue interpelación, lo cierto es que fue ametrallado a preguntas.
Ante los legisladores, Boudou pronosticó que la economía crecerá por encima del 3,5 por ciento este año, al tiempo que adelantó que la “propuesta final” del canje de deuda será dada a conocer “en 20 días” a los tenedores de bonos que no entraron a la operación concretada en 2005.
También afirmó que la instrumentación de la Asistencia Universal por Hijo garantiza una “suba de un punto porcentual” por encima del 2,5 por ciento previsto en el presupuesto 2010.
Boudou utilizó alrededor de 20 minutos para exponer ante los diputados, para luego abrir la ronda de preguntas, que se extendió hasta entrada la noche.
En lo que respecta al canje de deuda, el ministro ratificó que “las comisiones se la van a cobrar los bancos organizadores a aquellos tenedores de bonos” y que el gobierno no tendrá que desembolsar “nada”.
Recordó también que “el canje tiene un piso de quita que es del 65 por ciento” del valor nominal de los títulos, por lo que “aquel que era acreedor de la Argentina en 100 dólares, después de este canje va a ser acreedor de la República en 35 dólares”.
En torno al Fondo del Bicentenario, derogado por el Ejecutivo, y su reemplazo por el Fondo de Desendeudamiento, el titular de la cartera económica dijo que “ambos apuntaban a volver a los mercados de capitales” en la estrategia de obtener “mejores tasas y hacer descender el riesgo país”.