Sergio Busquets adelantó al conjunto azulgrana a los 44 minutos del primer tiempo y un gol en contra del propio arquero Zubikarai amplió la ventaja de los locales a los 5 del segundo.
El equipo de Martino afrontaba el duelo con el desafío de cerrar la crisis abierta después del golpe de la derrota ante Valencia de Juan Antonio Pizzi el pasado sábado (2-3) en el Camp Nou, en la que dejó escapar el liderazgo tras 59 jornadas consecutivas.
Sin embargo, tras la victoria quedó un cierto sabor agridulce, ya que el conjunto azulgrana, que contó con el astro Lionel Messi y Javier Mascherano (amonestado PT 36m) desde el arranque, no estuvo del todo acertado de cara al arco, mostró altos y bajos en el juego y volvió a cometer errores defensivos.
En un momento tan importante para el equipo, de poco ayudó que el Camp Nou estuviera semi vacío, por el contrario, puso de manifestó que -sin bien se trataba de un partido a mitad de semana y a las 22 horas de una fría noche invernal- existe cierto distanciamiento y desilusión con el equipo del Tata Martino.
El duelo se presentaba «accesible» para los culés, pero la Real Sociedad dio el primer aviso a los 2 minutos del arranque, con un disparo de Griezmann, que Pinto logró despejar.
Poco después, Messi habilitó a Pedro que hizo un lanzamiento cruzado pero desviado.
El Barcelona se perdió una de sus mejores chances a los 11 minutos del arranque cuando Messi abrió la pelota a Alves, que puso la pelota en el segundo palo, donde estaba Cesc, que se comió el gol. En la jugada siguiente, Alexis tuvo en sus botas otra posibilidad de marcar, pero el chileno se comió el rebote de Zubikarai. Y en otro despeje del arquero, Messi también falló.
Con la Real Sociedad metida atrás, el Barcelona intentaba y no lograba abrir el marcador. Poco a poco el partido se volvió sucio, trabado, y los azulgranas perdieron intensidad.
Messi animó el encuentro enviando la pelota al ángulo izquierdo del travesaño en el minuto 38, y el conjunto vasco devolvió la gentileza con un contragolpe que Pinto volvió a neutralizar.
Y cuando el partido seguía cerrado, Sergio Busquet dio la sopresa al aprovechar un balón que quedó colgado en el área y lo envió al fondo de la red justo antes del descanso. Iñigo Martínez vio la roja por insultar al árbitro y el `Barsa` se fue al vestuario con parte del trabajo encaminado.
Al regreso, poco cambió, más allá deel fallo defensivo de la Real Sociedad que terminó en gol en contra a los 5 del arranque de la segunda parte, y los sucesivos goles que se comió el Barcelona.
Un disparo de Xavi, otro de Pedro, y un remate de volea de Messi en el m84, todos despejados por Zubikarai.
El astro argentino, que estuvo más errático de costumbre, incluso se fue del partido con una amarilla (73m) por una entrada por detrás a Zurutuza. No había espacio para fallar, y el equipo de Martino no lo hizo y, aunque no deslumbró, dio un paso importante para conseguir el billete a la final.