El gerente y el contador de una empresa dedicada a la construcción resultaron heridos ayer por la tarde cuando dos asaltantes a bordo de una moto los sorprendieron, les dispararon y les sustrajeron una mochila con una abultada suma de dinero en la puerta de la sucursal del Banco Macro, de barrio Echesortu. Una de las víctimas, de 53 años, terminó con un fuerte traumatismo en el cráneo y una herida de bala en un brazo, mientras que el acompañante, tres años menor, sufrió otras dos heridas de bala, una en un brazo y la restante en la pierna derecha.
De acuerdo con la investigación, los pesquisas determinaron –luego de ver las imágenes que tomaron las cámaras de seguridad que posee en la entrada la sucursal bancaria ubicada en Mendoza 4080– que a las 14.22 el conductor de un automo BMW gris se detuvo en doble fila frente a la entidad. En ese momento, dos jóvenes en una Yamaha XTZ enduro se pararon delante del BMW. El acompañante del motociclista –un joven con una gorra con la visera para atrás– se acercó a la ventanilla izquierda y disparó. Luego de estallar los cristales del lado del conductor, el ladrón le propinó un culatazo en la cara al hombre que iba al volante y se llevó la mochilla con una suma importante de dinero, la cual no fue precisada. Una vez obtenido el botín, la dupla huyó hacia el este por calle Mendoza, dijeron las fuentes.
Las víctimas son el gerente y el contador de la empresa dedicada a la construcción Estructuras Don Mario, ubicada en Campbell y Junín. Los hombres llegaban a la sucursal para realizar un depósito. El gerente, René P., de 53 años, conducía el BMW y resultó con un traumatismo en el rostro producto de un culatazo y una herida de bala en el brazo con orificio de entrada y salida; mientras que su acompañante, Guillermo C., de 50, terminó con dos heridas de bala, en principio provocadas por el mismo proyectil que impactó en el brazo de su compañero. La trayectoria de la bala, indicaron las fuentes, fue del brazo de René al brazo de Guillermo –también con orificio de entrada y salida– y desde ahí al muslo derecho del menor de los heridos, donde quedó alojada.
En el lugar, los policías recolectaron una vaina servida calibre 11.25, por lo que estiman que el asaltante llevaba una pistola de ese calibre.
“Pensé que se estaban peleando porque el que iba manejando el auto había encerrado a los de la moto. El de atrás de la moto se bajó y caminaba rápido para el lado del conductor. Pero cuando vi el arma, y sentí que le gritaba que le entregue todo lo que tenía, ahí me di cuenta de que era un robo. No alcanzaron a poner las balizas”, contó un vecino conmocionado por la brutalidad con que se manejaron los asaltantes.
Además, un cliente del banco, quien es ese momento realizaba un depósito y presenció todo, dijo en diálogo con El Ciudadano que el conductor de la moto tenía un casco negro y el acompañante una gorra tirada para atrás. “Eran dos muchachos jóvenes de porte importante”, describió el hombre con la camisa manchada de sangre de las víctimas.
Allegados a la pesquisa indicaron que los dos hombres dieron datos distintos sobre la cantidad de dinero que tenían. Uno mencionó que habían retirado dinero de otros bancos y que iban hasta la sucursal de barrio Echesortu a hacer lo mismo, dejando entrever que tenían una importante suma; mientras que su compañero sostuvo que el monto no era abultado y que era plata con la cual él iba a comprar un auto.
Mientras los policías estaban realizando las actuaciones, llegó al lugar uno de los dueños de la empresa –que estaba recorriendo unos campos de su propiedad, ubicados en jurisdicción de Ramallo, provincia de Buenos Aires–, quien les habría dicho a sus empleados que por el momento no dijeran nada, lo que hizo sospechar a los uniformados que la cantidad de plata era significativa y que pudo provenir de venta de granos en el mercado negro.
El caso es investigado por el Juzgado de Instrucción 9ª, junto a la comisaría 6ª y la Agrupación de Unidades Especiales de la UR II.
