Ciudad

Limitan las tarjetas de crédito en combustibles

Ya hay estaciones de servicio dejaron de cargar con tarjeta de crédito. Pero trabajadores advierten que pueden volver robos. Empresarios del sector dicen que por suba de tasas y vaivenes de precios no pueden financiar a sus clientes.


Empresarios del sector de combustibles de la ciudad advirtieron que por los incrementos de precios, a las estaciones de servicio se les complica vender naftas con tarjeta de crédito y no descartaron dejar de utilizar ese medio de pago, que representa casi el 50 por ciento de las ventas. Sin embargo, esta posibilidad allana el camino para el resurgir de un viejo problema que, al menos en el último tiempo, parecía controlado en los comercios del ramo: los robos. Es que precisamente para evitar exponer a los empleados a situaciones de violencia, una de las medidas que se había reclamado desde el gremio del sector era desalojar el efectivo de las billeteras de los trabajadores. En ese marco comenzó a asomar, al menos en el corto plazo, una solución salomónica: permitir el uso del plástico en horario nocturno, pero aceptar sólo efectivo en horario diurno.

La situación comenzó a sentirse con mayor fuerza en los comercios locales más pequeños que, si bien hasta el momento no pusieron reparos en cuanto a la cancelación con tarjetas de débito (el dinero demora alrededor de 48 horas en acreditarse), advirtieron “una situación compleja” respecto a la utilización de las de crédito. Es que en muchos casos el cobro del dinero excede los 30 días, obligando a los expendedores a disponer de mayor capital o a sacar préstamos “al descubierto”, de corto plazo y con elevadas tasas de interés para la reposición de sus productos.

De este modo, desde la Cámara de Estaciones de Servicio Rosario explicaron que la mayoría de las estaciones que mantiene el pago con tarjetas se maneja “a través de un sistema de reventa que les permite tener los precios un poco más elevados que la petrolera oficial”, por lo que la eliminación de este sistema los obligaría a reconsiderar el valor del combustible para poder seguir compitiendo con las demás empresas.

“Las estaciones que están aceptando crédito están haciendo un esfuerzo muy grande. Los aumentos de los combustibles llevan a un desfinanciamiento importante y la tasa de descubierto, que es por donde se financian las estaciones de servicio, está en un 41 por ciento”, alertó el presidente de la entidad, Marcelo Herrero.

No obstante ello, el escenario es distinto en las estaciones de servicio oficiales, que por el momento decidieron mantener este sistema de pago que representa entre el 48 y el 50 por ciento de las ventas, de acuerdo a lo señalado por el titular del Sindicato de Empleados de Estaciones de Servicio (Soesgpyla), Ismael Marcón.

Pese a las quejas planteadas por los comerciantes, aún resta definir qué sucederá en el horario nocturno. La implementación de este sistema tiene como fin primario reducir la alta tasa de robos registrados en comercios de este tipo, por lo que su eliminación podría suponer un riesgo tanto para los empleados como para los responsables del comercio. Así, la idea que más cierra es la de aceptar el pago con tarjeta sólo después de las 22. “La mayoría (de las estaciones) trata de sacarse el efectivo de encima. Nadie quiere correr el riesgo. Igualmente, la venta nocturna no es tan elevada, por lo que la diferencia no será tan sustancial”, sostuvo Marcón.

En esa misma línea, Herrero deslizó la posibilidad de “aceptar exclusivamente tarjetas” por la noche, aunque eso, según marcó, será sometido a discusión en las próximas reuniones de la Cámara. “Es algo que se va a ir analizando en este escenario cambiante”, adelantó.

El miércoles pasado, el ministro de Economía, Axel Kicillof, autorizó a las petroleras a ajustar sus precios hasta un 6 por ciento. Shell aumentó el valor de sus productos en un 12 por ciento, que se mantendrá hasta tanto y en cuanto no baje el valor del petróleo crudo.

Marcón y Herrero coincidieron en que este incremento tuvo un fuerte impacto en la ciudad, que se tradujo en una considerable merma en las ventas de la empresa holandesa, segunda con mayor presencia en el país luego de YPF.

“El impacto para las estaciones Shell fue de más del 30 por ciento. Esto se da principalmente por un factor: hay una diferencia de casi tres pesos entre la nafta de mayor calidad con la Premium de YPF”, reconoció Marcón, quien luego analizó: “El compromiso (de Shell) es bajar sus precios en un 6 por ciento y el de las demás empresas, subir otro 6 por ciento, por lo que muy pronto esas diferencias se van a ir acortando”.

En ese marco, el titular de Shell Argentina, Juan José Aranguren, admitió ayer que las estaciones de servicio de bandera de la petrolera angloholandesa aún no redujeron el precio de los combustibles, y aseguró que recién  lo hará “cuando baje el valor del petróleo crudo”.

Pero el empresario dijo que el ministro de Economía, Axel Kicillof, había indicado que “iba a haber una reducción del petróleo crudo”, por lo cual señaló que, “una vez que ello suceda”, la petrolera reducirá sus precios al porcentaje autorizado por la Casa Rosada, que es el 6 por ciento, la mitad de la suba lanzada por Shell.

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