Si debiese definir el momento que estamos viviendo sin lugar a dudas lo titularía: “La política faltó a la cita”. Quien ostenta actitud política debe demostrarlo con los hechos. El tema no es sólo la forma de un discurso sino el contenido del mismo. El tema no es sólo el enunciado de la acción política sino la acción política en sí. La presidenta habló al país a través de un discurso en el cual a mi criterio, hubo inversión de roles. Cristina de Kirchner no trató de convencer, transmitir, persuadir; fue absolutamente personalista. Una vez más la presidenta desaprovechó la oportunidad de referirse en su discurso al país real, aunque por algunos detalles la verdad asomó. ¿Si la inflación no existe o no es un problema que la política deba atender y resolver, por qué la presidenta otorgó un aumento en la asignación escolar anual del 200%? En su discurso hizo referencia a la prosperidad cuando comentó que 500 mil trabajadores fueron a comprar dólares (no deja de sorprender que en medio de una crisis que la ciudadanía sí reconoce como muy importante, la presidenta tenga tiempo en fijarse quién compra dólares). Esta es una interpretación. Otra es la de pensar que ese trabajador que compra aunque sea 50 dólares, trata de evitar que los pesos se licúen al ritmo inflacionario. También es cierto que a la hora de justificar la eliminación de los subsidios el marco de trabajadores comprando dólares es una buena excusa.
Decía que la política faltó a la cita porque entre otras cosas sus usos y costumbres demandan estar en estado de construcción permanente y para ello, se necesita afianzar lo que se tiene y seducir para ganar más adeptos. Esta semana la presidenta ahuyentó a la CGT oficialista. Su secretario general Antonio Caló, quien viene haciendo grandes movimientos de cintura para seguir perteneciendo y consintiendo la política oficial, fue retado públicamente por reconocer lo que estudios serios como los del Observatorio de la Deuda Social de la UCA viene sosteniendo hace tiempo. Argentina tiene un sector de asalariados que conviven con la pobreza. Sólo en enero, cayeron en la pobreza 509.000 personas. El sociólogo Agustín Salvia sostiene que los planes sociales otorgados en los últimos diez años ayudaron a bajar la indigencia, no la pobreza. Manifiesta que según sus estimaciones, hay dos millones de personas -cerca del 5% del total- que no cubren la canasta básica de alimentos, por lo cual son indigentes. Y alrededor de 10 millones que no cubren la canasta básica total (alimentos más servicios), lo que representa un 25% de los habitantes. Esto contrasta con las polémicas cifras del Indec, que señalan que la indigencia está en 1,5% y la pobreza en 5,6% de la población.
En esta década de prosperidad desaprovechada, la imagen de la película Ciudad de Dios ronda. Es también el Observatorio de la Deuda Social quien nos recuerda que a principios del 2000, Capital Federal tenía un 3,5% de la población viviendo en villas, y en el conurbano un 4,7%. Diez años después dichos guarismos ascienden a un 5,5% en Capital y a un 8,5% en el conurbano. Volviendo a aquella impactante película uno de los protagonistas repetía: “Lucha, pero nunca sobrevivirás; corre, pero nunca escaparás”. Hay también una parte de la sociedad que está convencida que “bandido bueno es bandido muerto”.
De la única manera que ambos ghetos pierdan la calidad de tal, será sí y solo sí la política concurre a la cita. Todo indica que las cartas del gobierno nacional están echadas, son las que conocemos. La gran incógnita tiene que ver con las oposiciones. ¿Concurrirán ellas a la cita de la política?
En Santa Fe, esta semana concurrieron a la Cámara de Diputados los ministros de Gobierno y Justicia, Galassi y Lewis respectivamente, para conversar sobre el asesinato del supuesto jefe narco Luis Medina y el confuso episodio de la intervención de funcionarios del Ejecutivo provincial en el desbloqueo de su computadora personal. Luego de la reunión la oposición brindaron una conferencia de prensa el PJ (con la usencia del sector Bielsa) y el PRO. Consultado el diputado Germán Mastrocola –dado que la prensa no pudo estar presente por pedido expreso de los representantes del gobierno provincial– manifestó que “nos vamos con más dudas que con las que entramos. Los ministros no pudieron demostrar nunca por qué el personal político desbloqueó la computadora. El Ministro de Gobierno Galassi manifestó que al ministerio de Seguridad llamó el comisario a cargo del operativo donde se secuestró la computadora personal pidiendo colaboración técnica”. Quien fue mucho más duro en sus expresiones fue el diputado Héctor Acuña, presidente de la comisión de Seguridad, quien manifestó que “el gobierno mintió cuando adujo la solicitud de parte del Poder Judicial para actuar dado que los técnicos del Ejecutivo abrieron la computadora 21 minutos antes de que llegue la fiscal y que solicite sea llamada la jueza”. Acuna añadió que “no tiene dudas de que el gobierno provincial violentó el procedimiento establecido por el código respectivo”. A manera de cierre en la charla con esta periodista, el diputado Acuña solicita que “el gobierno provincial actúe ante el reclamo de una sociedad doliente y que el periodismo se haga eco antes que Rosario termine como Ciudad Juárez”.
La escritora conduce «Convenio» por Radio del Plata 107.5 los sábados de 10 a 12
