Por: Ezequiel Nieva
Los docentes públicos nucleados en Amsafé aceptaron la propuesta de aumento salarial del gobierno, que promedia un 22,5 por ciento a cobrar en dos etapas. De casi 30 mil afiliados que votaron en toda la provincia, un 65 por ciento eligió levantar las medidas de fuerza y, de ese modo, quedaron sin efecto las mociones que proponían paro por tiempo indeterminado o paros de 72 horas semanales, que fue la que se impuso en la delegación Rosario. Para la secretaria general del gremio, Sonia Alesso, la votación representa un triunfo del sector, que inicialmente había recibido una oferta menor –7 por ciento de arranque y una suba gradual, de acuerdo a la inflación– y que después de tres semanas de paro logró que la propuesta se acercara a la paritaria nacional, donde los docentes consiguieron un aumento del 17 por ciento para el primer semestre y del 23 para el segundo. El sí de Amsafé tiene condiciones: entre otras, que se monitoree la inflación de modo que el salario de bolsillo no pierda poder adquisitivo.
“Los maestros evaluaron la propuesta y hay una valoración de la conquista, que tiene que ver con la lucha”, dijo Alesso. “Nuestro sindicato sale fortalecido y hay una valoración de la pelea y de lo que hemos logrado, movilizados en toda la provincia exigiéndole al gobierno el mejoramiento de la propuesta. Creemos que es un triunfo de los maestros movilizados en la calle. Siempre el mejoramiento de una propuesta y que el plan de lucha termine bien es como ganar una pequeña batalla. La construcción del salario para nosotros no es una guerra, no es al todo o nada, pero como cualquier lucha del movimiento obrero, es una construcción: son pequeñas batallas. Creemos que esto es un jalón más y no vamos a dejar de pelear para que siga mejorando el salario de los maestros y también para que se fortalezca la escuela pública”.
El léxico bélico acaso refleja el tenor de la asamblea, donde hubo posiciones muy encontradas, del todo diferente a las de hace un mes, cuando unánimemente la misma cantidad de docentes determinó la triple serie de paros de 72 horas. Amsafé Rosario llegaba a la asamblea con un mandato de rechazar la oferta y convocar a nuevas medidas de fuerza. El 70 por ciento de los docentes de la departamental había votado por en contra de la propuesta del gobierno y quería huelgas de 72 horas, idénticas a las que tuvieron lugar las tres primeras semanas de marzo. De los 7.000 maestros que votaron en Rosario, 4.900 –el 70 por ciento– había votado por la moción de paros. Pero en la asamblea final no lograron imponer su posición. De las 19 departamentales, sólo cuatro rechazaron la oferta: Rosario, Castellanos, Caseros y San Javier. En casi todos los departamentos hubo mociones de aceptación y de rechazo.
Respecto de la decisión de los maestros rosarinos, que en su mayoría se mostraron disconformes con la propuesta, Alesso opinó: “Los compañeros tienen distintas posiciones y se manifiestan con todo respeto. Hay pluralidad de ideas; eso le hace bien a la democracia sindical. No creemos que tenga que haber uniformidad; todo lo contrario: a mí me parece que el debate de ideas fortalece”.
Las condiciones que dejaron explicitadas los afiliados de Amsafé en el acta de la asamblea incluyen el seguimiento de los precios y el resto de los reclamos que el gremio viene presentando en cada reunión paritaria. Los enumeró Alesso: “La paritaria no se tiene que cerrar acá; tiene que haber un monitoreo permanente de la inflación y la evolución del salario. El otro tema que estamos planteando es la constitución urgente de comisiones que trabajen en el tema de la vivienda, la situación previsional, los edificios escolares, la creación de cargos y todo lo que hace a las condiciones de trabajo”.
La propuesta que terminaron aceptando los docentes públicos se acercó más a lo establecido en febrero en la paritaria nacional. Tiene dos tramos: un primer incremento en marzo y otro en julio, además de una suma fija de 250 pesos por cargo para material didáctico, que representan la retroactividad a febrero. El porcentaje promedio de la suba es de 16,5 por ciento en la primera etapa y de 22,5 por ciento, también promedio, en la segunda.
Para el cargo de maestro de grado inicial el aumento será de 295 pesos de bolsillo en marzo. Para un maestro de grado con 10 años de antigüedad será de 330 pesos y de 421 pesos para los que tengan más de 20 años de antigüedad. En julio, el aumento se irá a 390, 440 y 552 pesos respectivamente. Partiendo de los 2.030 pesos que gana hoy un maestro de grado sin antigüedad, su sueldo trepará a 2.325 pesos en marzo y a 2.420 pesos en julio. Si se suma a esos montos el incentivo que paga el gobierno nacional, el cargo inicial –que ha sido tomado como caso testigo– estará casi en los 2.500 pesos.