El aumento en la Tasa General de Inmuebles (TGI) previsto para 2014 se sentirá con más fuerza en marzo en el bolsillo. En la primera etapa del año el Ejecutivo modificó el esquema tradicional de emisión, que consiste en una papeleta que lleva impresas tres liquidaciones mensuales: desde la semana pasada los contribuyentes comenzaron a recibir la boleta de marzo (con vencimiento el día 10 de ese mes) con el incremento promedio del 19,5 por ciento autorizado en el Concejo a fines del 2013. La cuestión es que esa papeleta se está entregando junto a otras dos liquidaciones adjuntas que el importe correspondiente al aumento no cobrado en enero y febrero debido a que cuando los ediles la aprobaron las boletas ya estaban emitidas.
El aumento de la TGI fue avalado en el Palacio Vasallo a fines del año pasado tras una larga discusión cuando ya se habían emitido las boletas de enero y febrero. La venia del cuerpo legislativo llegó recién a tres días de Navidad, tras ásperos cruces entre el oficialismo y la oposición y reuniones para buscar consenso que en algunos casos llegaron hasta la madrugada.
El incremento del 19,5 por ciento promedio finalmente acordado debía regir desde el primer día del año pero debido a la prolongación del debate más allá de lo esperado los tiempos no dieron y el Ejecutivo tuvo que imprimir las facturas de los dos primeros meses sin el aumento.
Todo eso llevó además a que se tuviera que modificar el esquema tradicional que emite boletas trimestrales.
Lo cierto es que lo que no se pagó antes se deberá abonar todo junto ahora.
Es que por estas horas comenzó a llegar a los contribuyentes la boleta de marzo con el incremento y otras dos con la diferencia no cobrada en enero y febrero, todo con vencimiento el día 10 marzo.
Por ejemplo, por un departamento céntrico, ubicado en el radio 1 (donde la suba es del 22 por ciento), de 60 metros cuadrados, un contribuyente venía abonando unos 68 pesos por mes. Con el aumento aprobado el 10 de marzo ese propietario deberá pagar unos 16 pesos por la diferencia no emitida en enero, otro tanto por febrero y la factura de marzo, que en su nuevo valor es ahora de unos 90 pesos.
Nuevos valores
La secretaria de Hacienda, Verónica Irízar, señaló en diálogo con El Ciudadano que una vez superado este período se volverá al habitual esquema de emisión trimestral de las boletas. “Todo esto que se realiza ahora es una cuestión excepcional”, dijo.
El incremento de la tasa se aplica en distintos porcentajes y de acuerdo a las zonas en donde estén ubicadas las propiedades.
Según la ordenanza impositiva aprobada antes de fin de año las propiedades ubicadas en el radio 1 (que incluye al centro y macrocentro de la ciudad) tienen un aumento de la TGI del 22 por ciento. En las del radio 2 (barrios tradicionales de clase media), la suba es del 15 por ciento; en el radio 3 (zonas más alejadas), del 12 por ciento y en el radio 5 (zonas residenciales, barrios cerrados y una parte de Fisherton), del 30 por ciento.
En tanto, a las viviendas y terrenos del radio 6 (la Costanera, en la zona de Puerto Norte), la tasa se les incrementa un 36 por ciento. Aquellas comprendidas en el radio 4 (complejos Fonavi y barrios carenciados) no sufrieron ningún tipo de modificación en el valor de la alícuota.
Según estimaciones que realizan en el Ejecutivo estas modificaciones permitirán recaudar este año en concepto de TGI unos 540 millones de pesos.
Cómo sigue
Consultada sobre si se tiene previsto volver a proponer un nuevo incremento de la tasa este año, Irízar fue cauta escudándose en la incertidumbre que reina en la economía nacional.
“Estamos esperando ver qué pasa con los salarios. La devaluación de enero puede llegar a modificar los índices inflacionarios. Estamos reuniéndonos con el sindicato en el marco de la paritaria y habrá que esperar a ver qué es lo que sucede allí. Después de eso tendremos un panorama más claro de cómo sigue todo”, sostuvo la funcionaria.
La secretaria de Hacienda también señaló que será vital el resultado de la negociación salarial a nivel nacional de la Unión Tranviaria Automotor (que repercute en el pago de sueldos de los choferes de colectivos urbanos en la ciudad) y con los recolectores de residuos, que son representados por el Sindicato de Camioneros y se encuentran bajo el convenio colectivo de trabajo de éstos y también incidirá en el esquema de costos que referencia el pago a los prestadores de ese servicio.