Sergio Maximiliano Alcaraz, un muchacho de 29 años conocido por el apodo de Checho, cuyo nombre resonó junto al de varios de sus hermanos en las crónicas policiales de los últimos años, fue asesinado de varios puntazos durante la madrugada de ayer en barrio Tablada. Tras el crimen, allegados de la víctima incendiaron la casa del sindicado homicida, quien está identificado pero al cierre de esta edición no había sido detenido.
Según fuentes de la investigación, el hecho se desarrolló ayer alrededor de las 5, en la zona de bulevar Seguí entre Alem y 1º de Mayo. El muchacho, que vivía a escasas seis cuadras de allí, circulaba en una motocicleta cuando fue atacado a cuchillazos por un joven.
Si bien los pesquisas no habían determinado la mecánica del crimen, confirmaron que Alcaraz fue atacado con un arma blanca en distintas partes de su cuerpo. Malherido, el joven fue trasladado por dos conocidos hasta el hospital Roque Sáenz Peña, adonde recibió las primeras curaciones. Falleció una hora más tarde.
De acuerdo con las fuentes, Checho presentaba heridas cortantes en el tórax y en la mano, el antebrazo y el hombro izquierdos.
Voceros judiciales detallaron que, tras la muerte de Checho, allegados a su familia se trasladaron a la casa del apuntado como su homicida, un joven de 22 años con antecedentes penales que vive en Alem al 3600, y la prendieron fuego. Sin embargo, el sospechoso no se encontraba en el lugar.
Al cierre de esta edición, era intensamente buscado por la Policía.
Las fuentes indicaron que si bien la familia de Checho está enfrentada con otro clan de la zona, no descartan que el crimen haya sido por circunstancias ajenas a esa histórica pelea.
Alcaraz vs. Benavente
Checho se crió junto a su familia en la zona sur, justo donde tiene su inicio el bulevar Seguí. Por eso, a él y a sus hermanos se los sindicó históricamente como integrantes de la banda del Puente de Hierro, por la estructura de vías férreas que cruzan en el Bajo Ayolas.
Los últimos años de la familia Alcaraz estuvieron signados por la muerte de varios de sus miembros a causa de una guerra con otra familia que también vive en Tablada: los Benavente, conocidos también como la Banda del Tanque.
Las crónicas policiales comenzaron a contar la historia de esta rivalidad allá por 2009. Fue el 9 de septiembre de ese año cuando cayó la primera víctima fatal en un enfrentamiento a tiros entre las dos bandas: Joel Alcaraz. Su muerte fue un ajuste por otro ataque ocurrido ese mismo día y que tuvo como blanco un miembro de la familia rival.
Según quedó asentado en distintas causas que se tramitaron en los Tribunales provinciales, ese día Jesús Benavente cayó herido con siete disparos de arma de fuego en pasaje Becquer al 500 bis. A causa de esas heridas, quedó parapléjico. Su atacante fue Joel –hermano de Checho–, quien consiguió huir sólo para ser acribillado a balazos momentos después. Por el hecho fueron detenidos Guillermo y Gustavo Benavente, hermanos de Jesús, quienes más tarde recibieron falta de mérito por el crimen. El único procesado fue el propio Jesús, sobre quien la Justicia aplicó la pena natural, que implica que como el acusado sufrió un perjuicio tan grande durante la comisión del delito, no correspondía aplicar, además, una pena.
El segundo integrante de esas familias en ser asesinado fue Gustavo Benavente, de 34 años, acribillado a balazos el 25 de septiembre de 2011 en Grandoli al 3900, en el corazón de la villa del Tanque que lo había visto crecer.
Por este hecho fueron detenidos cuatro sospechosos: Checho Alcaraz, su hermano Daniel, alias Caballo; Alberto Celestino T., alias Chaqueño; y Miguel Ángel G. –quien meses más tarde recibió un tiro en la cabeza que le dejó daño neurológico–. Todos recibieron falta de mérito por el crimen de Gustavo.
La siguiente víctima fue Daniel “Caballo”Alcaraz, de 25 años, contra quien efectuaron nueve disparos cuando se encontraba tomando mate en la puerta de su casa de bulevar Seguí al 33. Ocurrió el 10 de mayo de 2012.
Muerto tras las rejas
En diciembre de 2011 fue asesinado Ariel “Pechocho” Ruiz, quien caminaba por la zona de Gálvez y pasaje Santafesino cuando fue atacado a tiros desde un auto. Antes de dispararle, uno de sus atacantes le dijo: “Vos estás implicado en la muerte de mi hermano”. Para los investigadores, el tirador era Guillermo Benavente, quien hacía referencia al asesinato de Gustavo. Guillermo fue procesado por el crimen y quedó alojado en la Alcaidía Mayor a la espera de un juicio que nunca llegó. Y es que el 12 de abril de 2013 se desató un incendio en el Pabellón 3, donde estaba Guillermo, en ese entonces de 32 años. Las llamas le provocaron quemaduras en el 95 por ciento del cuerpo. Murió un día después. Para la Justicia, el incendio fue intencional.
Crímenes y acusaciones
Checho Alcaraz estuvo imputado y recibió una falta de mérito por el homicidio de Gustavo Benavente, ocurrido en septiembre de 2011 en el corazón de la Villa del Tanque. Pero ese no fue el único crimen que le endilgaron a Checho. Aunque no llegaron a acusarlo formalmente, estuvo señalado por otros dos homicidios.Uno ocurrió el 5 de febrero de 2012 y tuvo como víctima a David Caramún, de 27 años, quien fue asesinado de siete balazos en la puerta de su casa, en Guiraldes al 400 bis. Por el hecho no hubo detenidos, pero sus familiares le achacaron el crimen al Checho. El otro fue el 1º de mayo de ese mismo año, cuando Domingo Ribles, de 32 años y primo de los Benavente, fue baleado en la puerta de su casa de Grandoli al 3800, a una cuadra de donde había sido asesinado a tiros Gustavo Benavente.