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Clara García negó que en Rosario haya cuatro mil remises truchos

La secretaria de Servicios Públicos de la Municipalidad afirmó que en lo que va del año mandaron al corralón 25 vehículos funcionando ilegalmente y desestimó la denuncia hecha por Alfredo Gordo, titular de la Cámara de Remises.

remises-dentroLa secretaria de Servicios Públicos y Medio Ambiente de la Municipalidad, Clara García, negó que en Rosario haya más de 4 mil remises funcionando de forma ilegal, tras la denuncia efectuada ayer por la Cámara de Remises de Rosario, quienes además reclamaron un incremento del 22 por ciento en la tarifa del servicio.

«Creo que esa cifra no tiene ningún asidero, nosotros estamos trabajando fuertemente. Entiendo que los remiseros están buscando poner en escena su preocupación y quizás han tirado una cifra que no es la real», señaló Clara García a “La mañana informativa” de AM 1330. Las demandas de la Cámara de Remiseros fueron expuestas ayer tras la reunión junto a los concejales de la Comisión de Servicios Públicos en el Palacio Vasallo.

A su vez, la funcionaria municipal explicó que «desde las localidades linderas a Rosario han tenido una política diferente de dar muchas licencias». “Lo que pueden hacer es entrar a nuestra ciudad a traer pasajeros, esperarlos y volver a llevarlos, pero no pueden tomar más pasajeros», indicó.

Conjuntamente, Clara García resaltó que a través de la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana, que encabeza Pablo Seghezzo, se realiza una política de control sobre este tipo de servicio. “En lo que va del año, son 25 los vehículos funcionando como remises truchos que fueron llevados al corralón. A ellos se les suman 140 que fueron a parar al depósito municipal en 2013”, subrayó la titular de Servicio Públicos.

Por último, desde el sector le reclamaron por un incremento en la tarifa del servicio, debido a un desfasaje que ellos notan. Según sus cálculos deberían aumentar un 22%.

“Creo que fue un error no incrementarlo el año pasado porque ahora están sufriendo las consecuencias porque uno no puede trabajar por debajo de los costos y esto es lo que está pasando. El sector está con un cuello de botella financiero, porque no les alcanza lo que cobran para pagar, creo que no tuvieron la visión de entender que esta inflación seguía, que los iba a perjudicar, con lo cual el acuerdo que quedó cerrado para acá quedo abierto para ellos y tendrán que trabajarlo nuevamente este año”, concluyó Clara García.

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