El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, golpeado por una reciente serie de escándalos y enfrentado con la Justicia, afronta hoy y mañana una difícil prueba en unas elecciones regionales que llegan precedidas de un clima de gran polarización en torno a la figura del premier. En especial debido a su persecución a periodistas y a medios de comunicación con quienes tiene una agria disputa. Un día antes de los comicios, las autoridades dijeron haber interceptado un sobre dirigido a Berlusconi con una bala y un mensaje con amenazas, mientras que una carta bomba destinada a un partido aliado del premier conservador explotó ayer en una oficina de correos e hirió a un empleado postal (ver aparte).
Dos años después de su aplastante victoria en las elecciones legislativas, el premier y magnate mediático de 73 años espera mostrar en los comicios regionales que tiene suficiente aire y apoyo para los tres años de gobierno que le restan, pese a una reciente caída de su popularidad.
Quizás más que la oposición de izquierda, el mayor enemigo de las aspiraciones del jefe de gobierno podría ser la debilitada economía del país, que pese a ser una de las principales potencias industriales del mundo no logró escapar a la crisis financiera internacional iniciada en Estados Unidos hace dos años.
Según datos oficiales conocidos esta semana, el producto bruto interno (PBI) de Italia bajó el año pasado un 5,1 por ciento, su mayor caída en 39 años, mientras que el desempleo subió al 7,8 por ciento, respecto del 6,8 por ciento de 2008, luego de que 380.000 personas perdieran su trabajo. No obstante, pese a la economía, los escándalos y el enfrentamiento del premier con la magistratura, no se espera que Berlusconi vaya a sufrir una debacle como acaba de ocurrir con la derecha francesa en las elecciones regionales, aun cuando la izquierda sueñe con dar la sorpresa, según analistas.
Unos 41 millones de italianos están habilitados para votar en las elecciones de hoy y mañana, en las que se renovarán las autoridades de 13 de las 20 regiones de Italia.
En la doble jornada comicial estarán en juego 13 gobiernos regionales, 11 provinciales y un millar de municipios, y las encuestas más recientes vaticinan que la oposición de centroizquierda, liderada por el Partido Democrático (PD), se impondrá en al menos siete de las regiones.
Por su parte, la derecha gobernante, encabezada por el Pueblo de la Libertad (PDL), el partido de Berlusconi, lograría quedarse con seis regiones, según los sondeos.
En un reflejo del enrarecido clima político que se vive en Italia, que este mes presenció dos grandes marchas en Roma a favor y en contra de Berlusconi, autoridades interceptaron anteanoche un sobre dirigido al premier que contenía una bala y un mensaje con amenazas contra él y cuatro miembros de su gabinete (ver aparte).
En tanto, en los últimos comicios regionales, hace cinco años, la centroizquierda obtuvo un triunfo histórico que le dio el control de 11 regiones sobre 13 en disputa.
Luego, la centroizquierda venció en las elecciones generales de 2006, pero el gobierno cayó un año después.
Desde entonces, Berlusconi arrasó en las generales de 2008 y en los comicios para el Parlamento europeo.
Berlusconi deberá sin embargo lograr un apoyo que le permita completar sin sobresaltos los tres años que le restan a su legislatura y contrarrestar así los efectos de los escándalos sexuales y denuncias que lo tuvieron como blanco recientemente.
En particular los escándalos sobre presuntas relaciones con prostitutas en su residencia veraniega Villa Certosa, en Cerdeña, las denuncias por censura contra medios de comunicación críticos, y la conformación irregular de las listas de candidatos de su partido para estos comicios.
Actualmente, Berlusconi mantiene una dura pelea con periodistas como el presentador de un programa televisivo, Michelle Santoro, a quien logró sacar de las emisiones de un canal estatal.